Capítulo 8

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-Uh tal parece que ya se me acabaron las pociones y la comida...-  

Algunas hojas de un enorme árbol se despegaron de sus ramas, cayendo suavemente a la hierba en donde se apreciaba a una castaña sentada revisando sin preocupación su bolsito de color rosa, a su lado se hallaba recostado un pequeño pokémon similar a un cerdito recostado con los ojos cerrados, su color rojo tan similar al fuego junto con sus orejas negras que se hallaban recostadas en su cabecita. Su cola enrollada que al final de esta se veía una esfera de color rojo más fuerte.

-Bueno, creo que toca hacer una visita rápida a Pueblo Arcilla a recargar mis provisiones...Vamos Teppig—Cerro su bolso para levantarse, ponerse otra vez su chaqueta negra y acomodarse su gorra color blanca con rosa, el pokémon conocido como Teppig hizo caso, comenzando a caminar junto con su entrenadora por el sendero que la lleva al pueblo que menciono; la chica caminaba tranquilamente por el sendero sin prestarle atención a nada a su alrededor.

-(Si me da tiempo, tal vez visite a mi madre. La última vez que fui a verla fue más de un mes y medio y por alguna razón no me contesta mis llamadas...)—Pensó en sus adentros mientras su largo cabello recogido en una coleta se mesia levemente por el viento.

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Capítulo 8: La rosa marchita...

En las pequeñas pero transcurridas calles de Pueblo Arcilla, vemos a Ash, Leaf y Serena en una caminata hacia su destino, que es la zona de investigación de la Prof. Juniper. Pasaban de cuadra en cuadra hablando de un tema en específico; la última visita del azabache al hospital.

-¿Entonces me dices que estas bien Ash?—En Leaf se notaba la preocupación, ¿la razón que este así?, hablaban de su herida en el abdomen.

-Si. El doctor me dijo que los huesos de la vértebra que se me rompió sanaron lo suficiente en estas semanas para que pueda caminar, eso si me recomendó que no hiciera gran esfuerzo físico para una mejor recuperación—Resumió de la manera más simple lo dicho por el especialista médico.

-¿No te dejara un daño permanente?—La voz de la pelo miel sonaba con temor, esta aun sentía responsable de su herida a pesar de que en reiteradas ocasiones Ash le dijo que no se preocupara por eso, ella lo último que quisiera es dejarle un daño irreparable en su cuerpo.

-No me dejara un daño grande en mi cuerpo, solo una pequeña cicatriz en el estómago—Lo dijo de tal forma que cualquiera pensaría que hablaba con la verdad... no obstante...

El doctor le dijo que tanto sus costillas como vertebras que se rompieron no tendrán secuelas directas, seguiría su vida como si nada; pero el daño que recibió esa vez seguiría allí, provocando que en caso de recibir un golpe de la misma magnitud en ese mismo lugar... las consecuencias para su cuerpo podrían ser horribles.

-No te preocupes Serena, estoy bien—"Una mentira... una pequeña mentira no le hará daño a nadie". La mente del moreno le decía que su engaño no estaba mal, una simple mentira blanca. Sin embargo, su conciencia le dictaba otra cosa.

-Ok Satoshi... confiare en ti—La pelimiel se tranquilizó un poco de ese tema pero su subconsciente le decía una sola cosa.....Es tu culpa.

La tensión que se generó inconscientemente se deshizo en el momento que Ash cambio de tema a algo diferente; lo primero que se le ocurrió fueron los pokémon de Teselia y funciono. El ambiente se puso a uno más alegre en el grupo de jóvenes, mas Leaf estuvo sin decir una sola palabra en todo ese tiempo.

Demostrando mis idealesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora