Capítulo 15

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-Vaya que la vida da giros inesperados mas si eres un entrenador pokémon...-

Esas palabras las soltó Leaf. Ella se encontraba en una mesa Sentada, mirando una carta de menú de color negro, a su lado, una camarera que esperaba pacientemente.

-Deme una cachapa junto a un jugo de limón, por favor-

-A la orden, Mademoiselle—La camarera tomo la carta y se fue. La castaña ahora volteo su cara a la derecha. Allí, a unos pocos metros del restaurante elegante estaba un campo de batalla rustico, con algunas piedras sobresaliendo del suelo. En el lado derecho los líderes de gimnasio: Zeo y Cilan con sonrisas confiadas, del otro lado, el duo de entrenadores Ash y Serena con expresiones serias.

-Buena suerte, Ash, Serena—Dio como susurro la castaña sin apartar la mirada.


Capítulo 15: El desafío triangular. Parte 1


La gente alrededor se mostraba ansiosa por el combate que se iba a llevar a cabo; incluso los trabajadores prestaban fija atención. Ni una sola alma en el lugar no veía. Los focos protagónicos estaban literalmente puestos sobre ellos.

-Vaya Jeunes, si que llamamos bastante la atención con esto. Este combate sin duda va a ser un manjar exquisito—Expreso Cilan con su característica tono tranquilo y se arreglaba un poco su traje.

-¡Este combate estará que arde!, veamos si esos dos se manejan bien con el fuego—La voz energética de Zeo hacia mucho contraste con su hermano, una sonrisa emocionada se asomaba.

-Después de mucho tiempo, vuelvo a los gimnasios aunque de forma particular...—El azabache menciono con una voz suave pero en ese mismo tono se apreciaba cierto grado de emoción. Acomodándose su gorra y dejando que Pikachu callera al piso se preparaba para combatir, miro a su compañera de batalla que se notaba su nerviosismo—(Vaya, Serena la noto nerviosa...)-

-Me siento nerviosa, no quiero perder, no puedo perder, no quiero decepcionar a nadie...—Serena miro de reojo a la dos poké ball que traía en su bolso, dio un suspiro con la boca tratando de ahogar los nervios que traía consigo, dio una vista rápida a su compañero, conectando ojos, Ash le toco el hombro a su amiga.

-Serena, tranquila, luchemos y ganemos...—El veía que no se alejaban los nervios de ella, pensó en que palabras decirle--...Incluso si perdemos, volveremos después, y si nos derrotan, otra vez regresaremos. Aprenderemos de nuestras derrotas... ¡Nada de lo que hagamos es tiempo perdido!—Las últimas palabras motivadoras las soltó inconscientemente, Serena mantuvo la boca cerrada pero sus ojos se iluminaron. Otra vez, otro recuerdo de su niñez le llegaba...


...

"...Satoshi, me siento nerviosa. Ya estoy creciendo y dentro de unos años recibiré mi primer pokémon. Mi hermano lo tiene claro, pero yo, no estoy segura de que quiero ser...—Hablaba una pequeña Serena, contándole sus inseguridades a un Ash recostado en un árbol, escuchándola atentamente."

"¿Lo hablaste con tu mamá?, Serena—De inmediato Serena empezó a sacudir la cabeza de un lado a otro con rapidez"

"Ella me dirá que sea corredora de rhyhorn, pero yo no quiero eso, yo quiero aspirar a algo más... pero no se quiera ser."

"Entonces prueba todo...—Serena se sorprendió—...Prueba cada cosa que te interese y ve con cual te sientes cómoda, si algo no te gusta, déjalo y ya."

"Pero... eso sería tiempo perdido."

"¡Nada de lo que hagas es tiempo perdido...! Toda enseñanza sigue estando en tu mente, solo moldéala como una plastilina y ve en que te puede servir."

Demostrando mis idealesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora