Capítulo 9

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Enfoco mejor sus sentidos asegurándose que lo que veía no era una simple alucinación provocada por su mente para asustarla, pero no; no lo era. Una persona la estuvo mirando desde la lejanía por varios minutos. Eso hizo que entrara en estado de alerta, siendo notado por Altaria que al voltear su cabeza logro ver al mismo sujeto que su amiga, notando en un instante varios aspectos del individuo: Su gran cabello de un verde claro, su chaqueta blanca con un curioso collar con la forma de Saturno en su cuello, pero lo que más resaltaba sin duda. Es esa mirada tan inexpresiva con la que veía a pokemon y entrenadora y pese a eso, su rostro no parecía expresar malas intenciones, reflejando hasta cierto punto paz en sus ojos.

-¿Quién... eres?...-

Capítulo 9: Corta los tallos que te atan.


La interrogante hecha por la chica no fue respondida por el misterioso sujeto, solo se quedó allí como una estatua observándolas sin emitir algún tipo de sonido. Serena rápidamente se paró y con una mirada que reflejaba hostilidad volvió a preguntar.

-¿¡Quién eres, responde!?—Sus ojos cristalinos y un poco rojos por haber llorado se juntaba con su expresión que intentaba seriedad. Altaria no se movió pero estaba atenta ante cualquier movimiento raro.

Los segundos pasaban pero se sintieron horas. El ambiente generado era pesado, muy pesado. El choque de miradas que había entre ellos reflejaba distintos sentimientos muy diferentes entre sí. Una chica que en sus ojos se veía el enojo de fracasar, la frustración de sentir que había decepciono a todos, el ideal de querer proteger a los que quiere...

Y un hombre que lo poco que se hacía notar en su alma era la determinación de lograr una meta, aferrándose a una verdad que gracias a ella planea cumplir con lo que se proponga. Todo esto llevado con calma en sus objetivos

Dos cosas que no se parecían pero de algún modo conectaban.

-Ese pokémon... Estaba diciendo...—Finalmente el misterioso joven hablo, a la vez que empezaba a caminar lentamente en la dirección de la chica.

-¿...?-

-No lo sabias, los pokémon también hablan aunque no los entendamos... Es una pena...—El paro de caminar poniéndose frente a una Serena que aún seguía en guardia.

-Lo volveré a preguntar... ¿Quién eres?—Ella no terminaba de entender lo que decía ¿Sera algún Poké fan de esos obsesionados? Su vestimenta no decía mucho de que esa fuera la respuesta.

-...A perdón mis modales, mi nombre es N. Tú eres una entrenadora ¿Verdad? ¡Yo también soy entrenador!, siempre me pregunto cómo se sentirán mis pokémon ¿serán felices?...—El ritmo acelerado a la hora de hablar se le hizo extraño a la de ojos azules; su tono de voz era pacifico pero apresurado.

-¿Felices?-

-Así es. Los pokémon también sienten, puedo leer sus emociones fácilmente, saber si están felices o tristes...—N bajo un poco su cabeza, mirando sutilmente a Altaria—¿Cuál es tu nombre?-

-...Mi nombre es Serena... Serena Yvonne—Estaba desconcertada de este chico llamado N, no había duda. La forma tan rápida en la que habla y lo que Salía de su boca... este chico es especial.

-Serena, me asegurare de no olvidar ese nombre... pero en fin, Serena quiero escuchar la voz de tu equipo pokémon ¡Tengamos una batalla!—La propuesta provoco más desconcierto en ella ¿Solo quería una batalla? Pese a saber que no se encontraba en las mejores condiciones emocionales para tener un duelo. Pensó en que tal vez esto despejaría su mente y la haría olvidar un rato de sus pensamientos negativos.

Demostrando mis idealesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora