Capítulo 19 - I'll Never Break your Heart

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- Oye cariño ¿estas lista?

- Sí, dame un minutito.

Estaba terminando de ponerme los pendientes, unos plateados con perla (regalo de mi madre), para ir con Damon a la boda de mi mejor amiga, eran cerca de las 5 de la tarde, Ginn se casaría a las 8, en un hermoso hotel con recepción y habitación reservada ,pero yo tenía que estar mucho antes para acompañarla en todo. Luego del viernes pasado y estresante que todo llegó a ser, necesitaba relajarme un poco y divertirme. Las cosas con Damon no podían estar mejor de lo que estaban, Lexy y Carlos se habían venido a casa de Damon y compartían la habitación de invitados. Logré avanzar con los asuntos legales para tener su tutoría, y mis colegas me daban buenas esperanzas sobre el futuro de ellos. Jer ahora tiene sesiones con Ella y Emma los miércoles y viernes, ella es una excelente terapeuta con ambos y los niños la adoran. Por otro lado el divorcio está hasta el queso, tal parece que el abogado quiere quitarme hasta el aire aprovechando el estado de Stefan, asombroso. Amber está luchando con eso, no es que me ame, pero sabía perfectamente que su hermano no era un santo, ya le había enseñado la foto de los golpes y ella no quería que el abogado exagere. Stefan y el eran amigos y creía que yo era una zorra, para variar y me quería en la calle.

- Vamos nena, tu loca amiga no deja de reventar el teléfono.

Damon acababa de entrar con su terno negro, muy oscuro y se veía muy fino, una camisa perla, muy brillante, algo traslucida que parecía ser algo ceñida, los dos primeros botones desabrochados y la corbata aun sin atar colgando del cuello. Parecía ser el hombre oscuro de los sueños de cualquiera.

- Espera aquí, iré a traer una cubeta para la baba que se te está chorreando.

Sonreí y para sorpresa mía, me terminé sonrojando, Damon sonrió y se me acercó, cogió mi mejilla y plantó un sonoro beso.

- Estás realmente guapo, después no me digas que no sienta celos de cualquiera que te coma con la mirada.

- Cómo me volteas la torta, tú estás en este vestido que muero de ganas de arrancar porque estás realmente sexy.

- Ginn me lo compró, no podía negarme.

- Este pedazo de tela color pastel se te ve de infarto, muero por quitártelo y si no te cuidas de los enfermos acosadores te lo quitare allí mismo. Podríamos estrenar la cama de bodas antes que ellos, podría ser nuestro secreto.

- Es muy gracioso, pero no. Es largo Damon, no es provocador.

- Es ceñido, resalta todo lo tuyo. Te ves como un ángel, inalcanzable. Brillante, resaltas. Fina. Estás sexy porque eres sexy.

- Ya, basta.

Nos besamos cortamente, sin ningún tipo de provocación a nada más, me sentía hermosa, el vestido era largo, color pastel, tenía una tira color plateado y brillante, pedrería plateada salteada en el vestido, usaba tacones delgados del mismo color y un brazalete plateado.

- Vamos nena, pero ten cuidado con esos mortales tacones asesinos, si te caes no voy a dejar la fiesta por llevarte al hospital.

- Ha ha, muy gracioso. Vayámonos.

- Te amo, Angie.

- También te amo Dei.

Me cogió de la mano y me ayudó a caminar hacia el auto, me cargó ligeramente para no arrastrar y arruinar el vestido.

- ¿Qué dijo tu ex cuñada?

- Que el abogado quiere "ayudar" a su pobre y desdichado amigo, cree que soy la zorra que lo deja cuando las cosas se ponen difíciles.

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