Capítulo 21 - Nada es eterno

232 17 0
                                    

Cuando por fin llegamos al club campestre, luego de un camino divertido lleno de cantos, vómitos falsos y besos ya no podía contener dos cosas: una la ansiedad de salir del auto y relajarme con los niños y dos, necesitaba hacer pipi.

Entramos por el porton gigante y un joven estaba de uniforme azul.

- Bienvenidos al Oasis, por favor permítame sus documentos.

- Damon Mawson, vengo con dos adultos más y dos niños. - el chico vio por las ventanas de la camineta y puedo jurar que le hizo ojitos a Alexa.

- Embarazadas y discapacitados no pagan. Diviertanse. - Damon le agradeció y siguió manejando, ahora venía un desafío mayor: conseguir lugar en el estacionamiento.

- Podrías bajar y ayudarme con esto.

- Claro- así que obediente bajé del auto y recorri con la mirada los autos y busqué un lugar donde Damon pudiera estacionar. Genial, había uno al lado de un Toyota negro. Me puse delante del espacio vacío y le hice señas con las manos. La camioneta demoro un poco en entrar, pero al final lo consiguió.

Alexa y Jeremy fueron los primeros en bajar y darme el encuentro, mientras que Carlos y Damon traían los bolsos y la cesta de comida. El clima era perfecto, el sol brillaba en su máximo punto y había una brisa ligera que refrescaba los pulmones, sólo bastaba con inspirar.

- Tía Angie, queremos ir a la piscina- decía el pequeño tirando de mi buzo.

- Claro que iremos Jer, sólo ten paciencia.

- El tío Damon me prometió que me enseñaria a nadar como los patos.

- Uau debes estar emocionado, no te preocupes pequeño, lo hará.

- Jeremy ¿ te gustaría saber si vas a tener un sobrinito o sobrinita? - preguntó Alexa, cargándolo y besandole la frente.

- Pero yo soy chiquito, no puedo ser tío.

- Oh claro que puedes. ¿ Cierto Angela?

- Claro que sí y no me imagino un mejor tío que tú precioso.

Jeremy se sonrojo justo cuando nuestros hombres se acercaban a nosotras.

- Tenemos la casita número 3, así que vamos a dejar las cosas ahí.

- Vamos pues.

Entre Alexa y yo columpiabamos al niño mientras subíamos la pequeña colina hacía donde se encontraba la casita, Damon introdujo la llave y era acogedora.

- La rente por si llovia, tiene dos habitaciones y seis camas y una tv para los niños.

- Estupendo. Ahora¿ iremos a la piscina primero o comeremos?

- Pregúntales a los niños.

- Niños ¿quieren ...

- ¡Piscina! - dijeron los tres.

- Ok entonces vamos a cambiarnos todos.

Carlos y Alexa entraron en una habitación y Damon y yo tomamos la restante. Esta tenía dos camas, perfecto. Una para Jer y otra para Damon y yo.

- Ok amigo ven. - Damon se sentó en una de las camas y con paciencia desvistio a su sobrino, que se dejaba hacer, y le puso su traje de baño verde, Jeremy le pidió que le infle sus flotadores y con toda la paciencia y cariño del mundo él lo hizo. Le regaló una sonrisa cuando terminó y se fue corriendo a buscar a los chicos.

- Oye, tú extraña, ven acá. - me senté a su lado, no podía dejar de sonreír al verlo tan tierno, tan paternal. - Esa cara de fascinación es...

Mi TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora