Capítulo 56: Just go with it (+18)

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Me encontraba en la puerta de mi casa, sentía la adrenalina correr por mi cuerpo, aún estaba enojada con Damon, seguía odiando a morir a Halston, seguía considerando que Hendrick era un bobo muy listo, pero no había otro lugar en el que quisiera estar. Mi corazón latía a mil por hora, me giré a ver como el auto de Hendrick se alejaba con mi cachorro en él, no pasaría mala noche, estaría bien cuidado. Sonreí. Era el momento perfecto.

Introduje la llave en la cerradura de la puerta, giró haciendo el clásico clic y la puerta se abrió. Las luces estaban apagadas, sólo la lámpara que Damon no dejaba de mirar hace unas horas estaba encendida, se suponía que Logan y Damon estarían aquí. Decidí mandarle un mensaje al primero.

*Hola Loggie Bear, ¿estás en la casa aún?

Él respondió pocos segundos después.

* No nena, me fui, tu novio me estaba deprimiendo, lo dejé dormido en tu cuarto. ¿Por?

* Nada Loggie, solo quería saber. Gracias, nos vemos mañana :) *

*Ok baby, nos vemos mañana.*

Decidí no hacer el menor ruido posible, subí las escaleras hacia mi cuarto y efectivamente, lo vi, durmiendo con gesto de preocupación, sus mejillas brillando por lágrimas que seguro derramó por mi culpa y la bruja de Halston, su perfecta boca entreabierta, quería abalanzarme sobre él, ahora mismo, pero debía ser paciente, todas mis inhibiciones y temores habían desaparecido y lo único que necesitaba era a él.

Busqué silenciosamente alguna ropa que me favoreciera, a pesar de haber recuperado algo de peso, aún tenía mucho que recuperar, pero por lo menos mi cuerpo parecía cuerpo de mujer, decidí al final vestirme con un vestido corto de seda para dormir, sin nada debajo, y usar una bata sobre ella, para que Damon no sospechara nada, quería sorprenderlo.

Me dirigí hacia la cocina, busqué en uno de los cajones las velas que había comprado, aromáticas, cogí casi todas y subí al cuarto de huéspedes, donde se encontraba la cama perfectamente tendida, fui colocando vela por vela alrededor de la cama, en los veladores y aparadores, lo suficientemente lejos para que ninguno se fuera a quemar. Sonreí para mí misma cuando terminé, se veía hermoso, ahora solo faltaba mi Damon, cogí mi teléfono, le tomé una foto a mi obra maestra, le faltaban un par de detalles, volví a bajar a la cocina, tenía algunas luces decorativas por algún lugar, las usaría para iluminar la cabecera de la cama, de pronto tenía ganas de reír, nunca había hecho algo similar y ahora era el momento más bizarro para hacerlo.

Terminé de decorar la habitación, el olor de las velas inundaba el ambiente, era fuerte y delicioso, era el momento de ir por Damon, me senté en la cama, cogí mi teléfono y lo llamé, contestó al segundo timbre.

- ¿Angie? ¿Estás bien? ¿Paso a verte? – su voz se escuchaba aún preocupada, por un momento mi corazón vaciló, pero se recompuso rápido y me dio su aprobación.

- Estoy bien, Damon, quiero hablar contigo.- dije un poco seria, quería realmente sorprenderlo.

- Lo sé, yo también, ¿Dónde estás? – oía como su voz iba suavizándose y como se iba levantando de la cama.

- Estoy cruzando el pasillo, ven a verme. – y corté. Me sonrojé, ¿qué pensaría él? ¿y si no quería hacerlo? Él había hablado algo sobre no volver a tocarme. Me distraje pensando en esas posibilidades mientras unos pies descalzos se pararon frente a mí, levanté mi mirada, Damon estaba aún con el teléfono en el oído y de pie en el umbral de la puerta, las luces de las velas solo lo hacían ver mucho más guapo y misterioso, era como volver a ver a mi secreto Mawson. Y mi cuerpo lo sentía, su presencia, su olor, su mirada, causaba un efecto inmediato. Mi respiración se agitaba mientras nuestras miradas se encontraban, la mía cargada de emoción, la de él con muestras de confusión, pero ánimo, sus ojos brillaban.

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