Capitulo 57: Sienteme(+18)

26 5 2
                                    

Volvió después de unos minutos, se había quitado la camiseta y estaba tan descalzo como yo, traía unas cosas en la mano que no alcancé a ver.

- No quiero que me veas, quiero que me sientas.- miró a mis ojos como pidiendo permiso, yo asentí, colocó una especie de banda en mi cabeza, la cual me impedía ver alguna cosa. Mis sentidos estaban a flor de piel, mi garganta seca. - Bueno, abre un poco tus piernas, nena.- dijo susurrando en mi oído, estaba detrás mío, ni siquiera había sentido cuando se subió a la cama, obedecí y empezó a repartir besos en toda mi columna, empezando por el cuello, despacio, sin ningún apuro, hasta llegar a mi cintura, donde dejó besos húmedos. 

Volvió a subir besando mi cuello, desabrochando con destreza mi brasier y retirándolo de mi cuerpo, yo solo me dejaba hacer, acariciaba el largo de mi vientre por los costados, apretaba mi cintura con ambas manos mientras su boca dejaba marcas en mi cuello, podía sentir todo eso. Se apegó mucho más a mí, estaba sin ningún pantalón, solo con sus boxers, podía sentir su erección en mi espalda, lo que hizo que me arqueara ligeramente.

- Eso es nena, sienteme.- seguía besando y torturándome mientras que sus manos desabrochaban con destreza mi pantalón, sabía lo que venía, con una mano acariciaba mis pechos y con otra jugueteaba con mi intimidad, aún no tocaba nada en serio, solo pasaba su mano.- Abre más.- dijo excitado, su voz ronca como nunca y aliento caliente prendiéndome aun mas. Obedecí. Su mano seguía acariciando y logrando que estuviera cada vez más húmeda y ansiosa por su toque.

- Damon.- rogué, necesitaba que me tocara.

- Sienteme Angela, concéntrate en esto.- separó un poco más mis piernas e introdujo un dedo dentro mío, gemí, mi respiración se agitaba más mientras sentía como Damon gruñía mientras disfrutaba al tocarme, yo imaginaba verlo, sentir la entrada y salida solo me calentaba más. Damon se retiró, dejándome jadeando en la cama, quería quitarme la venda y lanzarme sobre él, pero sus manos me detuvieron.

- No.- dijo.- Quedate quieta.- obedecí y retiró mi pantalón, me ayudó a incorporarme y nuevamente me colocó a gatas.- Quiero que te quedes quieta, por favor. Creeme nena, te gustará.

Asentí, estaba ansiosa por saber que iba a hacer ahora, sentí su labios besando mi trasero, mordisqueando, mi cuerpo temblaba de placer, mi boca no dejaba de soltar gemidos, tenía tantas ganas de sentirlo. Volvió a introducir un dedo en mi interior, haciéndolo girar con velocidad y salir de la misma forma, estaba provocandome, estaba llevándome al paraíso. Sustituyó su dedo por su miembro, pero no lo introdujo, en su lugar empezó a moverse como en una danza erótica, donde nuestros sexos se juntaban, pero no lo suficiente, el gruñía salvaje mientras yo contenía mis deseos de obligarlo a que me haga suya. Acariciaba mi trasero mientras seguía rozándome.

- Así me vuelves loco.- susurraba- te siento todo el tiempo Angie, te amo. 

Gemí, volvió a introducir dos dedos dentro de mí, gritaba mientras pasaba su miembro por mis muslos, provocandome aun más, si es que eso era posible.

- Por... por.. favor.- logré decir.

- ¿Qué quieres nena? - dijo en un suspiro

- A ti, hazme tuya, por favor.- dije casi lloriqueando, lo necesitaba.

- Lo que la dama ordene.

Me cogí de las sabanas preparada para lo que venía, lo ansiaba tanto. Con mucha calma y lentitud Damon se introdujo dentro de mí, sentí como mi cuerpo se abría paso a su miembro y como lo disfrutaba, me gustaba ser suya, de la forma que fuese. Con un vaivén lento empezó a enloquecerme. Sosteniéndose de mi cintura mientras yo de la cama, aguantando como pudiera y cerrando los ojos al sentirlo. Lo necesitaba más rápido.

- ¿Te gusta ? - dijo medio sonriente.- Por que... a mi ... me encanta. - gruñó y siguió.

- Ssssi.- dije bajito.- Más rápido.. por favor.

- Solo con una condición.- dijo deteniendo de a pocos su ritmo.

-Qué .- dije gimiendo.

- Déjame mudarme aquí.- dijo saliendo de mí. 

- ¿Qué? - dije abrumada por el placer. 

- Quiero .- entró .- vivir.- volvio a salir.- contigo.

- Damon.- dije excitada, ¿cómo podia hacerme esto?

- Dí que sí, por favor.- dijo entrando y saliendo. Quería que me hiciera suya ya.

- Sssi.- dije empujando mi cuerpo para darle el cuentro.

- Ah.- dijo él. Me tomó de la cintura y empezó a penetrarme con rudeza, con fiereza, cogió mis muñecas con su mano y las colocó detrás de mi espalda, haciendo que me apegara aún más a la cama sin dejar de darle el encuentro, era muy excitante. Siguió gruñendo y embistiendo como quería, yo estaba cerca, lo quería tanto.

- Te amo Angela. Joder. Estás tan caliente. Tan mojada por mí. Tan apretada.- soltaba sin sentido, me prendía más, me hacía gemir y gritar al mismo tiempo, solo quería que siempre me hiciera el amor.- Sigues...hablando.... ah.....sin darte cuenta...- dijo con la voz entrecortada- Siempre te ...voy  a tomar...siempre...te haré... mía...una y otra vez. Nunca...te... cansarás.. .de... mí.

- Damon.- sentía el orgasmo venir, Damon aceleró aún más el movimiento cuando se dejó ir, aún así no dejó de moverse, sabía que aún yo no había terminado, pero no tardé mucho, solté un gemido alto y me deshice en la cama, tratando de que mi cuerpo se recuperara de la intensidad del orgasmo que acababa de tener, sentí sus manos quitarme la venda mientras, aún unido a mi se apoyaba en mi cuerpo.

- Eso fue grandioso- dijo cerrando los ojos- gracias.

- ¿Por qué? - pregunté cerrandolos también.

- Por dejarme volver.

Sonreí de lado, de todas formas, igual se lo iba a pedir.

Mi TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora