Capítulo 45 : Sorpresas, sorpresas

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- ¿Pensabas irte de casa de Damon? - preguntó mirándome a los ojos. Alzó un poco sus cejas esperando mi respuesta. ¿Cómo se lo iba a explicar? Esperen... ¿Cómo lo supo Logan? No se lo había dicho a nadie más que Gianella y dudo mucho que ella haya llamado a Damon. Por cierto debo comunicarme con ella para explicarle donde estaba.

- ¿Cómo lo supiste? - pregunté de la misma forma.

- Damon me lo contó. Me dijo algo sobre una señora y un contrato.

- Oh. - dije agachando la cabeza. ¿Acaso ella habría ido a la casa? - Pensaba irme. - dije recalcando el tiempo pasado, aunque la casa ya estaba firmada, de todas maneras tendría que irme.

- ¿O sea que ya no te irás? – dijo ladeando su cara.

- No lo sé, de hecho creo que podría hablar con la señora pero ya estaba firmado el contrato. En realidad es una constancia, iba a usar el dinero de la indemnización para comprarla y es muy bonita. - dije recordando la casa. De verdad quería vivir ahí ahora que me lo pensaba mejor.

- ¿Es por Damon? - preguntó algo confundido.

- Al principio Sí, estaba muy enojada con él por lo de su amiguita. Además se había portado como yo y pues pensé que si la tal Lizzie lo hacía feliz, yo no era nadie para interponerme y ser una carga para él.

- ¿De qué demonios estás hablando? - otra voz, más enojada y rompiendo la tranquilidad de la conversación que tenía con Logan irrumpió la habitación. Damon ingresaba recién duchado y con ropa ligeramente cómoda aunque sin perder su estilo, vestía un jean con unas botas de motociclista, un polo de color entero oscuro y una chaqueta ligera. Vaya que si era guapo.

- Hola D. - dije no haciendo caso a su enojo y siendo la persona más amable y dulce del mundo. No quería seguir peleando con él nunca más.

- ¿Cómo es eso que te vas y que crees que eres un estorbo? ¿Crees que estoy con otra mujer? No hay NADA con nadie. - se acercó hasta estar al lado de Logan pero sin tomarle atención a éste último. Logan sonrió y me hizo señales de que ya volvería, obviamente para que le cuente lo sucedido.

- Buenas... ¿qué hora es? - le pregunté a Logan.

- 7 y media pm - dijo levantando su índice y cerrando la puerta.

- Buenas noches Damon. ¿Cómo te encuentras esta noche? – dije tratando de sonar divertida.

- Ángela... acabo de recuperarte. ¿Vas a irte ahora? - tomó el lugar de Logan en la sillita y me miró fijamente. - Dime que no por favor.

- Es que no lo sé. - dije tomando sus manos y agachando la mirada. - Tengo que pensarlo, creo que sería bueno para nosotros que estemos separados un tiempo. Yo debo recuperarme y volver a estar bien y tú tienes muchas responsabilidades, no digo que no podamos vernos ni estar juntos, sólo no vivir juntos un tiempo. Es todo.

- ¿Por qué?

- Es lo que necesito.

- Pero ¿por qué?

- Necesito encontrar mi equilibrio de vuelta, necesito estar sola de nuevo, cuidar de mí misma, reponerme, fortalecerme, necesito estar sola Damon.

- ¿Y no puedes hacerlo en mi casa?

- No.- dije riendo. El me mostró una sonrisa apenada, pero aceptando mi decisión. – No está lejos de tu casa de todas formas.

- Algo es algo, sabes que no puedo decirte que no y mucho menos si piensas que es para tu bienestar.

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