CRIMEN FABORITO

6 menta fresca

-Hueles a menta- murmuro con sueño la omega.

-¿En serio?- cuestiono él rubio con una sonrisa nerviosa -Creo que es porque soy alfa... en mi familia es muy común

-Felix huele a café, es muy amargo- confiesa Marinette aspirando el aroma fresco de Adrien.

-¿Tu eres omega?- cuestiona Adrien y Marinette asiente -No hueles como una omega.

-Es que todavía no lo soy- responde la Cheng mirando el paisaje a su alrededor -Sé que seré una omega, Nataniel me lo dijo, pero aún no he tenido mi primer celo... ¿Cómo se siente?

-Siendo honesto es extraño- cuenta Adrien con cierta incomodidad -Es como si tuvieras fiebre por dentro, es como ser una sopa marucha o Nissan.

La risa de Marinette se hace presente y Adrien no puede evitar sonreír. Para el menor de los Agreste esa risa es el sonido más hermoso del mundo, como una melodía suave perfecta en verano o incluso como brisa fresca después de correr por horas.

-Es la peor comparación que he escuchado en mi vida- bromea la azabache con una sonrisa.

-Tu risa es linda- confiesa Adrien sorprendiendo a Marinette quien parece convertirse en un jitomate con ojos -Me gusta mucho.

La chica no responde y se oculta en la espalda de Adrien fingiendo dormir aunque la realidad es que su corazón ha comenzado a latir muy rápido, con tanta emoción que podría hacer una de esas absurdas coreografías de High School Musical.

(...)

Luis se encuentra en un parque de Skate, el rubio está bañado en sudor lo que es algo asqueroso para él quien siempre ha tenido una ligera obsesión con su cuidado personal producto de muchas horas viendo programas de personas enfermas y una madre enfermera.

-"x" somos chavos- murmura con una sonrisa y se quita la camiseta dejando ver las dos cicatrices debajo del pecho.

El rubio mira a su alrededor asegurándose de estar solo, no es que le avergüencen las cicatrices pero por el momento no tiene esa seguridad para afrontar al mundo y lo último que quiere es que todos lo llamen "Fenómeno" como lo hacen en chicago los idiotas intolerantes.

-Quiero tu ayuda- exclama Kagami desde debajo de una rampa.

Luis se castiga mentalmente al no haber notado la presencia de la Cheng pero al mimos tiempo le extiende la mano para ayudarla a subir. La verdad es que Kagami parece ser alguien con muchos problemas o al menos demasiados para una adolescente de 17 años que en cualquier momento podría tener una crisis existencial y raparse.

-Necesito que me cuentes todo- pide Luis sentándose en un barandal -No puedo ayudarte si no me dices todo.

Kagami mira a Luis con atención, ella quiere preguntar por las cicatrices pero no lo hace en absoluto, el chico parece cansado pero mantiene esa sonrisa en su rostro que desde cierto punto es encantadora.

-Mi hermana menor necesita ayuda- exclama la Cheng mirando el suelo -Ella está en una relación con alguien mayor.

-¿Qué tan menor es tu hermana?- cuestiona Luis estudiando cuidadosamente la expresión en el rostro de Kagami.

-Tiene 14... los cumplió hace dos meses- al escuchar eso el rubio no pudo evitar gruñir, detestaba la idea de que alguien se aprovechara de alguien inferior.

-¿Qué edad tiene la otra persona?- pregunto con seriedad al ver como los puños de Kagami se apretaban con fuerza.

-Tiene 21- exclamo la Cheng y Luis tenso su mandíbula con tanta fuerza que el mismo se asustó -Casi 22.