Cuando Adrien entro en el gran departamento de los Cheng se sorprendió por las fotografías en las paredes, Marinette jamás le había hablado sobre tener otra hermana y mucho menos de que sus padres parecían ese tipo de adulto serio y arrogante que salían en las películas malas.
-¿Estas bien?- cuestiona Luis tomando el hombro del menor quien niega -¿Quieres hablar de eso?
-Después de la cena- comenta Adrien con la voz triste lo que hace que inmediatamente su hermano mayor se preocupe.
En la cocina Tom despeina el cabello de Marinette, las últimas semanas ha llegado muy tarde a casa por lo que ha preferido no despertar a sus hijos e ir directo a su recamara lo cual no le había permitido ver a su pequeña.
-¿Qué tal la escuela?- cuestiona el castaño con una sonrisa sincera –Escuche que dejaste el equipo de atletismo y voleibol.
-Tuve problemas con Alya- miente Marinette robando un poco de lasaña de un recipiente –Ella suele ser un verdadero dolor de cabeza.
-Pensé que eran amigas, aún recuerdo como venía todas las tardes, creí que le agredabas- comenta Tom con curiosidad mirando detenidamente a su hija -¿Marinette porque estas vestida así?
El hombre se queda atónito, si bien Tom era el tipo de padre relajado con la vestimenta de sus hijos lo que usaba Marinette era algo que asustaría a cualquier padre. La menor de los Cheng vestía con una blusa de tirantes corta casi transparente que no dejaba nada a la imaginación junto con una falda muy corta para el gusto de Tom sin mencionar que era claro el maquillaje en sus brazos, cuello y vientre.
-¿Qué está pasando Marinette?- cuestiona Tom agachándose a la altura de su hija que retrocede –Princesa, puedes confiar en mí, soy tu padre y te protegeré
Tom extiende su mano a Marinette quien está a punto de tomarla cuando Sabin entra a la cocina, la mujer mira a su hija menor con asombro pero pronto esa emoción se convierte en cólera.
-¡Ve a cambiarte jovencita!- grita con fuerza la mujer y Marinette se aleja de su padre -¡No escuchaste ve a cambiarte!
Marinette no lo duda y corre a su habitación bajo la mirada de todos los adolescentes en la sala, rápidamente un grito histérico de Sabin hacia Tom resuena en todo el departamento.
-¡Es una niña Sabin!- grita Tom quitándose el delantal y tirándolo al suelo -¡Nuestra hija nos necesita! ¡Es claro que Marinette no está bien!
-¡Solo está pasando por una etapa de rebeldía!- asegura Sabin con seriedad -¡Quiere atención Tom! ¡Es una mocosa malcriada!
La menor de los Cheng se recarga en la puerta de su habitación compartida con Kagami, comienza a llorar mientras los gritos están de fondo, mira su cama y recuerda la primera vez que tuvo relaciones con Felix.
Recuerda como "el" entro por la ventana mientras nadie estaba en casa, recuerda como comenzó a besarla, recuerda la sensación asquerosa de sus manos abriendo sus piernas con fuerza, recuerda los forcejeos, recuerda como le suplico a Felix que se detuviera porque dolía mucho.
"-Vamos Mari, se una niña buena- pide Felix embistiendo a Marinette quien trata de alejarlo -¡Deja de pelear!
-¡Basta! Me duele- suplica la Cheng tratando de alejar a el alfa –Duele.
-Mírame princesa- susurra Felix tomando el rostro de la chica entre sus manos –Todo está bien, es la primera vez por eso duele, pero se sentirá bien después lo prometo."
La Cheng se abraza a sí misma, el recuerdo es tan vivido que desea morir, dolió mucho, no pudo caminar bien aquel día y mancho sus sabanas de sangre. Pero aquello fue su culpa, si ella no hubiera invitado a Felix a su casa o si tan solo no hubiera forcejeado. Es verdad, todo es culpa de Marinette porque Felix la ama, Felix jamás la lastimaría, Felix solo quería amarla y Marinette no lo entendió.
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CRIMEN FABORITO
Teen FictionCRIMEN FABORITO PROLOGO Lo odiaba. Odiaba la música fuerte que parecía gritarle que era una idiota. Odiaba el sabor de la marihuana en sus labios. Odiaba la amargura en su paladar cada que la cerveza bajaba por su garganta. Odiaba marearse entre el...