XIII

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Verónica Spencer

Realmente era una excusa lo de cocinar hasta tarde.

Solo necesitaba un tiempo lejos de él.

Anoche moría por meterme en su cama y que me hiciera suya.

De mi repostería tome algunos ingredientes para irme a su apartamento.

Ya era de noche y lo más seguro es que me tocara cenar sola.

Me tomo una media hora llegar.

-Al fin llegas- lo vi en la cocina

Se miraba hermoso.

-Hola- sonreí para dejar mis ingredientes en una encimera

-¿Qué tal el trabajo?- lo mire atenta

Quería saber todo de él.

Había pasado todo el día pensando si llamarlo o mandarle mensaje.

-Bien, pero me hubiera gustado que mi "esposa" me escribiera más-

-Somos de mentira- hice un puchero

El me miro con un poco de intensidad.

-Ven- mi cuerpo se movió solo

Él me tomo de mi cintura y beso mis labios.

-Me gustaría que nos saludáramos así todos los días- una sonrisa se dibujó en mis labios

-Era todo lo que deseaba en esta vida, pero había una realidad.

-Esto solo dura un año-

-Nos disfrutaremos el año lo más que se pueda- sonrió para separarse de mi

-Vale-

-Ve a ducharte si quieres, le falta un poco a la comida- lo mire confundida

-¿Cuándo iniciaste a cocinar?- mire que todo estaba en la primera faceta

-Hace dos horas- lo mire preocupada

-En la basura puedes ver el platillo que se me quemo- me reí negando para confirmar

-Amor- me reí sin tener en cuenta en como lo apodé

-¿Cómo?- él se giró hacia mi

-Eh, debo irme- salí casi corriendo

En la llamada él me había dicho amor y ahora yo a él.

¿Qué nos esta pasado?

Intenté tardarme lo más que pude, pero debía comer.

-¡Verónica a comer!- respire un poco para salir hasta el comedor

-Se ve bueno- lo mire un poco confundida

-Ordene comida, la paciencia se me acabo- me reí negando

-Vale, entiendo que la encargada de la cocina soy yo-

Nos sentamos juntos en la mesa para iniciar a comer.

-¿Cómo te fue en tu trabajo?- me sorprendí un poco que se interesara en mi trabajo

-Bien, solo que tengo que estar creando cosas nuevas para que los clientes no se aburran- hice una mueca

-Te ves tan tierna cada vez que haces alguna mueca cuando algo no te sale como quieres- reí negando

-Oh, se me olvido informarte que el notario me dijo que hoy los documentos fueron sometidos y los recibiremos prontos para guardarlos- él asintió en silencio

Relación "Arreglada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora