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Verónica Spencer

La reunión familiar fue más tranquila de lo que pensé.

Marcus me cuido de cada pregunta que nos hacían de nuestro matrimonio y los hijos.

-Buenos días- entre a nuestra habitación y me lo encontré a él haciendo maletas

-¿Te vas de viaje?- mi corazón se detuvo por un segundo

-No preciosa- se rio para llegar hacia mí y abrazarme- Ya recibí la notificación de que podemos iniciar a movernos a la casa-

Lo mire sorprendida.

-¿Mientes?-

-¿Por qué le mentiría a mi esposa?- me robo un beso logrando que sonriera

-Quizás para estar en buenos términos- nos separamos para ayudarlo a empacar algunas cosas

-¿No tienes que ir a trabajar?- lo mire

-Si, pero quiero llevar algunas cosas a nuestra casa hoy- negué para acercarme a él

-Vamos a nuestros trabajos y cuando regresemos iniciamos con la mudanza- pase mis manos por su cuello

-Lo que diga mi esposa es una orden para mi- volvió a besarme ganadose un ladrido de Beto

-No le estoy haciendo daño a mamá pequeño- se separó de mi

-Bueno cada cual a su trabajo- tome a Beto en mis brazos para salir de nuestra habitación

Tome mi cartera para poner a Beto dentro de la misma.

-¿Aun entra?- Marcus me miro mientras señalaba mi bolsa

-¿Qué cosa?- dije con doble sentido

-Mi verga siempre entrara, pero en esta ocasión me refiero a Beto y la cartera- sonreí para asentir

-Me lo llevare a la repostería por lo que paso- el asintió ayudándome a tomar una mochila que fue la que nos llevamos a la casa de mis suegros para Beto

Salimos del apartamento juntos mientras nos manteníamos en silencio no era necesario hablar.

El sonido de una puerta hizo que automáticamente me pegara mi marido.

Las puertas del elevador se abrieron y entramos.

Solo rogaba que ella no entrara, pero el universo no estaba de nuestro lado.

-Buenos días- ella nos miro

-Buenos días- respondí sonriéndole

Marcus no le dijo nada nisiquiera la miro.

Sentí como pasaba su mano alrededor de mi cadera cuando más gente fue entrando al elevador.

El me acomodo frente a él y me sentía de cierta forma protegida con él.

-No quiero que mi esposa piense que ando mirando otras- susurro para mi nada más

-Jamás pensaré eso-

Salimos del elevador y nos quedamos mirando nuestros autos.

-¿Te llevo o vas en tu auto?-

-Mejor voy en mi auto-le sonreí

-Vale amor- caminamos a mi auto en donde me ayudo a subir la mochila de Beto

Deje a Beto dentro del auto en el asiento de pasajero.

-Conduce con cuidado y me avisas cualquier cosa- asentí para abrazarlo

Amaba la etapa en que estábamos ahora mismo.

Relación "Arreglada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora