Relación "Arreglada"

XVII

Marcus Walker

-Hola pequeño, llevas dos días en insensivo- acaricie a Beto

-Debes curarte pronto, mamá te espera en casa- el movió su colita

Mi esposa estaba muy emocionada con la llegada de la mascota, pero aún faltaba porque se curará.

-Vamos a darte la medicina- lo deje acostado para preparar la comida que contenía su comida

Siempre que comía algo lo terminaba vomitando todo.

-Eres tan bonito como para que te abandonara- lo acaricie mientras comía

-Señor Walker- mi asistente entro

-Dígame- la mire y note como hoy tenía un vestuario más provocador

-¿Es tu día libre?- ella negó caminando hacia mi

-Entonces lamento informarte que ese no es atuendo de trabajo- cruce mis brazos

-No le gusta- giro mostrándome lo corto del vestido

-Para nada, si puedes colocarte la ropa de trabajo o te regresas a tu casa- gire para continuar con Beto

Sentí como me abrazo con fuerza por mi espalda.

-¿Por qué no me ve como mujer?- mire al techo para hacer que me soltara

-Primero no mezclo mi trabajo con mi vida personal y segundo sabes que estoy casado- la aleje sin lastimarla tampoco

-Amo a mi esposa y no le seré infiel ni contigo, ni con otra mujer- marque un espacio entre nosotros

-Pero Marcus- levante mi mano

-No te he dado el voto de confianza para que me tutees-

-Vuelvo y le repito, estoy felizmente casado- levante mi mano

No dejaría escapar a mi esposa no ahora que estábamos bien de cierta forma.

-Creo que te pasaste de la línea al insinuarte a mi esposo- entro Verónica

-Hola amor- ella llego a mi para besar mis labios

-Traje tu desayuno- sonreí a la lonchera qué había preparado

-Mira él es Beto- se lo presente

-Ya sabes lo que tienes que hacer- mi asistente asintió para salir

En mi oficina desayunamos mientras yo solo la miraba.

-¿Tengo algo?- toco su rostro y negué sonriendo

-Solo estoy pensando que puedo regalarte en tu cumpleaños- ella tosió cuando mencione su cumpleaños

-¿Lo recuerdas?-

-Como no hacerlo si es algo – pause antes de delatarme

-¿Algo que?-

-Traumatizante, fue cuando me caí- mentí

-No sabía que te habías caído en i cumpleaños- me miro confundida

-¿Qué quieres de regalo?- acaricie su mejilla

-No se- sonrió de una forma tan angelical

-¿Cuándo Beto ira a casa?-

-No sé, falta que se cure de sus parásitos y después puede que lo lleve a casa- ella asintió

Terminamos de desayunar para despedirnos con un beso.

Se que quizás todo estaba pasando muy deprisa, pero como me controlo cuando llevo años deseándola. Entiendo que jamás exprese este sentimiento, pero era una menor en su momento ahora somos dos adultos que nos casamos.