XXXV

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Verónica Spencer

Los meses pasaban y con su paso la boda se acercaba.

Me levante por las lamidas de Beto.

-Buenos días pequeño- sonreí para hacerle un espacio en la cama

-Mi amor se te hace tarde- levante mi mirada para encontrarme a Marcus arreglándose frente al espejo

-Lo sé- hice un puchero

Hoy no tenía que ir a trabaja, debía ir a mi cita médica.

-Lamento no poder hacer el desayuno hoy, pero estoy atrasado- negué sonriendo

Él se acercó para besar mi frente y luego acariciar a Beto.

-Nos vemos en la tarde- asentí para verlo salir

-Bueno es momento de que mamá se arregle para su cita médica- Beto movió su cola como si me entendiera

Hace unos meses iba trabajando en el procedimiento de fertilidad

Deseaba formalizar una familia con mi esposo y lograr tener hijos.

El tratamiento en ocasiones era un poco doloroso, todo era trabajando con mis hormonas, pero eso hacía que mi periodo fuera malo algunos días o que tuviera dolores durante toda la semana.

Otros días lloraba por lo que fuera.

Me arregle y desayune para ir con Beto a la cita médica.

¿Por qué no dejo a Beto?

Primero es porque me ha acompañado a cada una de mis citas médicas y segundo si lo dejo en la casa los muebles terminaran dañado.

Él estaba siendo entrenado, pero a pesar de que ha crecido bastante sigue siendo un bebé.

-Vamos sube- señale mi auto en donde el subió rápido

Cerré su puerta para ir a la puerta del conductor y subirme.

Verifique que por última vez mi hijo estuviera bien.

Conduje con cuidado hasta la clínica.

Me bajé con mi hijo y como siempre empecé a sudar en frio por los nervios.

Llevaba varias citas en donde todo salía aun con problemas de infertilidad.

Apunté mi nombre en una lista y me senté alejada de todo el mundo.

Había mujeres embarazadas y otras que aun posiblemente no se le notaba.

Solo quería cumplir mi sueño de ser mamá también.

Espere una media hora hasta que me llamaron.

-Vamos- Beto caminaba a mi lado todo momento

Dentro de la oficina estaba el doctor sentado en su lugar

-Bueno tenemos el reporte- hizo una mueca que no pude decifrar

-¿Qué tal?- se hizo un silencio en la oficina

Mi corazón latía muy rápido y era posible que él lo pudiera escuchar

-Aun no tenemos ese positivo- sentí mis ojos arder

-Aumentemos la dosis- él negó rápidamente

-No, tanta hormonas no es bueno para tu cuerpo- pauso- Detengamos todo y volveremos en tres meses- mire mis manos

-¿No seré mamá?- susurre mientras una lagrima se me escapaba

-Solo podrías con un milagro ahora mismo, pero no perdamos la esperanza- asentí para ponerme de pie

Relación "Arreglada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora