Marcus Walker
La cena había sido lo más estresante de mi vida.
Sentía como tenía mis manos sudadas.
-¿Pasa algo?- negué
Había planeado esto en poco tiempo y como había hecho todo era una locura.
Toque mi bolsillo para confirmar que tenía el anillo que le había regalado hace un tiempo.
El mesero se iba acercando, haciendo muecas.
-¿Listo para el postre?- asentí sin esperar nada
-Amor creo que mejor pasamos- ella tomo mi mano
-Quiero postre- hice un puchero
Ella sonrió para asentir.
Sabía que no se negaría.
-¿Ya puedo leerla?- negué de nuevo
-No bebé- acerque su mano a mis labios
-Bueno ahora que lo pienso si puedes leerla-
En la carta le había escrito todo lo que sentía por ella.
Ella la tomo y empezó a leerla.
Podía ver como sus ojos se iban llenado de lagrimas
-¿Por qué?- levanto su mirada un segundo para seguir leyendo
La carta era larga.
El mesero llego con el postre que había ordenado mientras un mariachi se acercaba a nosotros.
-Amor- ella levanto su mirada y la primera nota de los mariachis se escuchó.
Me puse de pie para ofrecer mi mano e iniciar a bailar.
-¿Por qué?- un sollozo hizo que la mirara
-Porque eres la mujer de mi sueño y te amo con locura- ella me miro sorprendida
-¿Qué tú que?-
-Que te amo- respire para separarme de ella
-Verónica- me arrodillé frente a ella
-Se que te había dado este anillo anterior mente y te dije que era de mentira, pero aquí frente a todos quiero que esto sea algo real- pause sacando el anillo de mi bolsillo
-¿Quieres ser mi esposa?- mis manos temblaban mientras sudaba sin parar
-Acepto ser tu esposa, tu novia, tu amante y todo título que me quieras dar- ella beso mis labios
Sonreí para ponerle su anillo aun temblando.
-Te amo- la mire cuando esas dos palabras salieron de sus labios
-Te amo- la tome de sus mejillas para besarla
Amaba poder estar emocionalmente conectado con ella.
Nos volvimos a sentar en la mesa para comer nuestro postre.
-¿Por eso querías el postre?- asentí
-No podía dejar que destruyeras mi sorpresa- sonreí
-Jamás pensé que estaría casada con el amor de mi vida- ella sonrió
-¿Soy el amor de tu vida?- ella asintió con una sonrisa
Mientras ella comía del postre pague la cuenta para continuar con nuestro día.
-Ahora caminaremos un poco por la cuidad- ella asintió para tomar mi mano
En la otra tenía su ramo.
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Relación "Arreglada"
RomanceMarcus es un veterinario reconocido por el legado de su familia. Sus padres eran veterinarios de alta gamas con un prestigio inigualable. Había logrado montar el hospital más grande para mascotas, aunque consigo trae una aventura de amor y desilusió...