XLII

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Marcus Walker

Los días pasaban y el embarazo se nos iba haciendo más real.

Los dos habíamos iniciado a una lectura nocturna sobre como sobre llevar el embarazo.

Juntos aprendíamos como cuidar del otro durante todo este proceso.

La boda de igual forma se nos acercaba cada día más.

-Ya no aguanto un día más esperando por casarme contigo-

-Pero si ya soy tu esposa- ella levanto su mirada de la lectura

-Si, pero quiero o más bien siento que esta vez es una boda real. Ya siendo una familia- acaricie su abdomen

-¿Cómo se lo diremos a la familia?-

-Pues con la boca tonta- bese sus labios

-Lo sé, pero no te da miedo como lo tomen. No es uno, son dos- levanto sus dedos

-Dos bebés que llegaran a este mundo para llenar nuestras vidas de pura aventura- sonreí para abrazarla

-¿Dormimos?- asentí para separarme de ella para apagar las luces

Bese su frente mientras la abrazaba a mí.

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.

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Dos meses de embarazo y un día para nuestra boda.

¿Cómo iba el embarazo?

Muy bien por el momento, recién mi esposa había iniciado con ciertos antojos, pero pienso que es más antojo de ella que de los bebés.

Si ya habíamos confirmado que eran dos bebés.

Por el momento ambos iban creciendo según lo que la norma estipulaba.

-Amor- escuche su llamo y Sali a su encuentro

Ella tenía un paquete gigantesco

Corrí a ayudarla

-No lo abras- asentí- Déjalo en nuestra habitación es mi vestido- asentí para dejarlo en su cama

Regrese a la sala para verla saludando a Beto.

-¿Dónde te quedaras?- hice un puchero cuando lo pregunto

-No quiero dejar a mi esposa sola- la abrace

-¡Aquí estoy yo!- Amaya abrió la puerta de la casa sin avisar

-Mujer nos mataras del susto- agarre mi pecho sintiendo mi pecho latir rápido

-Lo siento, pero vengo con el equipo- en segundo varias mujeres entraron a mi casa

-Amor- mi mirada fue a mi esposa

-Son las personas que me arreglaran mañana y solo vienen a dejar las cosas- se puso de pie para irme a abrazar

-Así que este es el momento en que me voy- ella asintió mientras se ponía de puntas para besarme

-Cuídate, y cuida de los bebé- susurre en su oído para que ella me escuchará

-Si- bese sus labios para ir por mi maleta que ya había preparado

Al volver a la sala Amaya y mi esposa ya estaban sentada en el sofá hablando de todo y nada.

-Bueno chicas la casa es de ustedes, solo nada de alcohol porque necesito a mi esposa en la boda- señale a Amaya

-Ahí estará- Amaya afirmo

Volví a besar a mi esposa para irme de la casa.

Me quedaría en la casa de Andrew y solo rezaba con que todo saliera bien.

Relación "Arreglada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora