Verónica Spencer
-Entonces ya consumaron su casamiento- asentí sintiendo mis mejillas arder
-¿Cómo fue?- pensé un poco en lo que podía decir
-Digamos que entregue más de lo que debía- jugue con mis manos nerviosa
-¿Cómo así?-
-Bueno para mí no fue solo sexo, yo hice el amor con él- ella asintió
-Bueno por lo menos fue un buen regalo de cumpleaños- me miro un poco confundida
-Recuerdas que te había comentado que desde temprana edad comentaba como quería unos aretes- asintió
-Al parecer siempre me escucho que me los regalo- le mostré mis orejas
-Amiga ese hombre te ama- negué
-Creo que solo lo hace por el contrato- hice un puchero
-No creo eso, para mí que ese hombre te ama, pero no saben cómo decírtelo- negué
-No me pienso ilusionar- saque los ingredientes para hacer unos de los postres que ya se había vendido en la tienda
Continuamos hablando mientras cocinaba.
-Amiga es que lo amas- asentí
-No lo negare, ese hombre siempre fue mi deseo. Siempre imaginé que fuera el que tomara mi virginidad y lo cumplí- sonreí
-Por el amor a Dios Verónica que es mi profesor- levante mis hombros
-Es mi marido- sonreí
-¿Qué harás cuando se divorcien?- me quede pensando
-Es una conversación que tenemos pendiente, pero si te soy honesto no quiero que nos divorciemos-
-Eso lo sé, pero tienes que ver que es lo que él quiere- asentí
-Por eso nos debemos una conversación-
-Señorita Spencer- entro uno de mis empleados
-Si-
-Estamos cortos de tiramisú- asentí mientras lo miraba
¿Por qué no me podía enamorar de chicos normales o de chicos que si sintieran algo por mi?
-Gracias- sonreí para que saliera
-Ese muere también por ti- negué
-Crees que todos los hombres mueren por mi-
-Señorita Spencer- el chico entro de nuevo
-Mande-
-Tengo un caballero afuera diciendo que es su esposo- mire a Amaya
-Iré- me levante rápido
Al salir hacia el mostrador lo vi con una sonrisa.
-Amor- abrió sus brazos esperando que lo abrazara
Camine hacia él para abrazarlo.
-¿Qué te trae por aquí?- lo mire con una sonrisa
-Extrañaba a mi esposa- reí negando
-¿Quieres almorzar juntos?- lo mire
-¿No tienes postres que hacer? Eso me dijo el chico- lo miro mal
-Si, pero tu esposa requiere comer- hice puchero
-Si quieres ve a trabajar y yo traigo la comida- asentí
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Relación "Arreglada"
RomanceMarcus es un veterinario reconocido por el legado de su familia. Sus padres eran veterinarios de alta gamas con un prestigio inigualable. Había logrado montar el hospital más grande para mascotas, aunque consigo trae una aventura de amor y desilusió...