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Omnisciente

Pasar las tardes en los brazos de Jungkook se había vuelto una costumbre para Park Jimin. Era su momento favorito del día.

Esta sería la primera vez en meses de relación que ambos estarían solos en una casa sin que nadie los observe o interrumpiera.


— ¿Y si vamos a tu habitación? – preguntó Jungkook mientras se balanceaba nervioso sobre sus pies. Le costaba salir sin Nochu, pero salir sin él a la casa de su novio con el único motivo de estar solos, ¡Dios! Era distinto. Todos sabían lo que podía pasar y se sentía nuevamente en su adolescencia.

— ¿Quieres subir? Podemos escuchar algún podcast o audiolibros –ofreció guiando la mano de su novio hacia las escaleras.— Son 25 escalones y empiezan ahora


Jimin se volvía cada día mejor en guiar a su novio, y si bien la primera vez fue más bien torpe y vergonzoso, ahora Jungkook posaba sus manos con confianza en las caderas de su novio para seguir el movimiento.

Con el primer movimiento de las caderas de Jimin, Jungkook entendió que se acercaban los escalones, tocando quizás un poco más de lo debido.


Si bien Jungkook se había preparado mentalmente para lo que diría desde que Jimin le informó que estarían solos en su casa ya que sus padres tuvieron que ir al sur por su tía enferma, no se sentía seguro de pronunciar las palabras a esta altura de la relación.

Ambos eran conscientes de lo que había sucedido aquella noche de copas pero siendo sinceros no recordaban gran parte de lo sucedido más que haber despertado desnudos y abrazados.


— Ahora doblamos a la izquierda, al final del pasillo está mi puerta. – comentó avanzando, mientras una de las manos de Jungkook subían de casi tocar sus nalgas a su esbelta cintura. – ¿Quieres que te guíe por la habitación o te quieres sentar?


El tono de voz de Jimin era algo que Jungkook adoraba, su voz era tan masculina, pero suave, sin ser rasposa. Pero cuando usaba su tono tierno se derretía totalmente por él.


— Yo... Quiero que ambos estemos en la cama – comentó con algo de confianza.

— Okay, solo iré por mi computador...

— Me gustaría tocarte – dijo apresando la mano de su novio con sus manos.

— ¿Tocarme como la última vez? – preguntó Jimin recordando como las manos de su novio habían recorrido sus músculos sobre su ropa.


Las mejillas de Jungkook se encendieron antes de negar suavemente.— Quiero que te desnudes y me dejes tocarte de otra forma.

Omitiendo que la voz profundamente ronca que le incitaba a pecar, Jimin no podía resistir la imagen de ambos juntos en una cama. Su imaginación dictaba que Jungkook era un buen amante.

Eso y un poco de tocaciones provocativas sobre la ropa los había entretenido en estas semanas.

Sin responder verbalmente, Jimin soltó su mano de las de su novio, y las usó para tomar el rostro de Jungkook e impactar sus labios guiandolos en modo automático hacia su cama.

Cuando la espalda de Jungkook chocó contra el colchón, un jadeo fue capturado por los pomposos labios de su chico. Las manos de Jimin jugaron con los botones de su camisa hasta lograr abrirla en su totalidad.

Amor por ContactoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora