Amor por Contacto

16

Jimin.

Años atrás

Hace tiempo que todo era una costumbre entre nosotros.

En un inicio era el hombre más dulce que había conocido, el primer hombre que se fijó en mí. Taehyung dijo que tuvimos un inicio demasiado rápido y la verdad es que viéndolo ahora lo fué.

Luego se puso más distante, más frío. Pero yo ya estaba enamorado, y mucho. El era mi primer todo.

— ¿Porque no respondías? — fue lo primero que escuché al tomar la llamada.

— Estaba leyendo, tengo examen el lunes

— Abre en 15 minutos.

— Tengo examen y Chaeryon esta enferma, no puedes entrar ahora...

— No te pregunté Jimin, 15 minutos y quiero ver ese balcón abierto o yo mismo lo rompo.

Le tomó exactamente los mismos 15 minutos que dijo. Cometí el error de esperar en mi escritorio en vez de en mi cama, por lo que me arrastró hasta la cama y me tiró hasta que él se sentó sin sus pantalones.

No importaba cuántas veces le pidiera que lo sacara de mi boca, que me ahogaba él solo maldecía y se reía disfrutando la escena.

Desde que comenzamos con el sexo jamás hubo más que momento rudos y completamente incómodos.

Inclusive tras mi primera vez llegué a urgencias por un desgarro anal leve.

Lo que fue profundamente vergonzoso de explicar, al punto que querían que declarará porque mis lesiones eran atribuibles a abuso sexual.

Mientras me tomaba con fuerza por atrás repetía cuanto me amaba. No importaba que yo dijera que parara y que me dolía.

Jamás importaba.

Pero lo que siempre se repetía era lo del final.

— No quiero continuar con esto – murmuraba intentando quitar mi prótesis pero no podía sentarme.

— Que te dije de mostrar esa cosa, me da asco Jimin.

— Quiero que terminemos.

Reiteré tomando el broche que ajustaba, pero su mano apretó la mía y tomó con fuerza mi pierna.

— EunSoo, ¿que haces?

— No terminaremos mi amor, yo te amo, tu me amas y seguiremos juntos. Solo piénsalo, estás lisiado, quien más se fijaría en alguien como tu si no fuera yo – murmuró subiendo su otra mano a mi rostro.

— EunSoo me duele, estas lastimandome

— Estaremos en esto hasta que yo lo decida, mi amor. Porque tú eres completamente mío.

Jimin, Hoy.

Desperté sobresaltado, odiaba recordarlo, su cara, su voz, los golpes que me dejaba cada vez que se metía en mi habitación.

Y odiaba en lo que me había convertido por su culpa.

— Mi amor – escuché la voz de Jungkook y levanté mi cabeza como una zuricata para observarlo. Estaba trayendo el desayuno a la cama.