30

192 10 2
                                    


JIMIN

Nunca, nunca en mi vida había estado tan asustado como en este minuto. La última vez que ví a Kook fue hace 2 horas, cuando lo bajaron al pabellón y pude darle un último beso antes de que se marchara. Luego nos escoltaron a la sala de descanso donde estábamos ahora.

Éramos 13 personas en total. Jin, Nam, Yoon, Tae, Hobie, Changmi, Chaeryon, Mamá, Papá, Sunhee, Masuyo, MinGyu y yo. Solo porque los guardaespaldas se llevaron al hermanastro de Kook al hotel y los dos que se quedaron fueron por café.

Mi presentación de Tesis fue perfecta, y al salir vi a mi familia y a mi chico por lo que me desborde en lágrimas feliz de haberlo conseguido. Pero me negué a celebrar hasta que pudiera asegurarme que Kook estaría bien.

Los siguientes días estuvimos juntos y solos hasta que llegó su madre. Pero pude tener un tiempo de mi chico mientras tanto.

Había estudiado lo suficiente de la cirugía y solo una cosa era la que tenía con mi alma. Había un 5% de probabilidades de morir en quirófano, 12% si sumas todo lo malo que podría llegar a suceder.

— Hola — saludó Tae apoyando su brazo en mis hombros. — ¿Cómo estás?

— Si comienzo a explicar lo más probable es que luego no pueda respirar.

— Bueno, tengo un psicólogo ahí — dijo apuntando al lugar donde Nam abrazaba fuertemente a Jin—y mis padres ya vendrán así que eres libre de decirme cualquier cosa.

— Las últimas semanas he pensado en todo lo que hemos pasado juntos. En el amor que siento por él, en lo mucho que me ha ayudado a crecer y a ser mejor. Amo profundamente a Jungkook y aunque sé que esto le podría traer cosas buenas, estoy cagado de miedo por la simple idea que le pase algo malo.

— ¿Dónde está mi positivo Jiminie?

— Está triste porque su novio está siendo intervenido en este preciso instante.


Cuando nos informaron que la operación iniciará en 15 minutos, mamá tomó sus cosas y nos pidió a Sunhee y a mi que la acompañáramos. Cuando entramos en la capilla nos pidió a ambos que nos arrodillamos, y juntos oramos por Jungkook y su cirugía.

Yo no soy el más catolico del mundo. Mamá lo es, y verdaderamente creía en el favor de Dios y los milagros. No sabía si la madre de Jungkook era cristiana, pero después de la oración abrazó a mamá y descargó sus lágrimas mientras ella la consolaba.

Hace mucho tiempo pensé que la madre de Kook era una mala mujer. Diablos, hasta llegué a odiarla. Pero después de conocerla, de ver las interacciones de mi novio con ella y como él la alejaba en un intento de protección.

Sunhee se preocupaba profundamente por su primogénito.

Cuando volvimos a la sala de espera se habían sumado los padres de Tae y otras dos personas que solo una pude reconocer. Jeon Hyunmin, contrario a lo creería, Sunhee lo saludó como grandes amigos y se permitió llorar en su hombro mientras se abrazaban.

— Señor Jeon — dije volviendo a mi puesto

— Solo quiero saber de mi hijo. — dijo deteniéndome. Suspiré pesado, había hablado con Jungkook de esto, y él aún no estaba seguro de que hacer.


"¿Qué espera de mí? ¿Siente culpa de verme ciego? ¿Cree que puede ganar algo de esto? Porque si no no me imagino que intenta." — me dijo una noche. Y aun no encontraba esas respuestas

Amor por ContactoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora