31. Quiero ver a tu hijo

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Qin Muwen nunca había tenido precedentes de robar comida.

Pero esta vez no pudo evitarlo, pensando en lo que Li Jin había dicho del bollo cuando acababa de envolverlo, y no pudo evitar querer comérselo.

Li Jin dijo: "Definitivamente, no es un buen bollo".

Pero a Qin Muwen le pareció dulce y delicioso.

Era mejor que cualquier bollo que hubiera comido antes, y también mejor que los bollos de carne de la esquina de la ciudad.

Li Jin llegó pronto al estudio, y el señor llegó al cabo de un rato.

Miró a Li Jin con una expresión de agradecimiento que nunca antes había visto: "Li Jin, he oído que salvaste a alguien hace unos días".

Li Jin dijo: "Por casualidad".

El señor Song quedó aún más impresionado con él, no era arrogante ni se impacientaba por un logro tan grande.

"Ese Song Dali es miembro de mi propia familia, y el niño que salvaste es también de la generación de mi nieto, así que debo darte las gracias".

Li Jin no se atrevió a ser complaciente: "Esto es lo que debe hacer un estudiante. No importa quién sea esa persona, son dos vidas, así que debo hacer todo lo posible por salvarlas".

Por supuesto, el señor Song lo sabía, y después de que Song Dali conociera el nombre y la dirección de Li Jin, oyó decir al doctor Wu que Li Jin estaba estudiando en la ciudad.

Song Dali inmediatamente pensó en el talentoso Song Yuan de su familia.

De todos modos, la ciudad era muy grande, y extraños que parecían no estar relacionados podían tener otras conexiones.

Cuando fue a preguntar, descubrió que Li Jin era alumno del señor Song.

Song Dali contó entonces la historia del rescate de Li Jin, su silenciosa partida y sus varios intentos de encontrarlo.

"En efecto, ¡sólo un señor puede enseñar a un alumno tan indiferente a la fama y la fortuna!".

El señor Song se sorprendió y volvió a confirmar con Song Dali antes de atreverse a creer que aquella persona era realmente Li Jin.

El señor Song dijo: "Tienes tanto carácter, haré todo lo posible por enseñarte en el futuro, sólo espero que te conviertas en un gran hombre y beneficies a la comunidad".

Li Jin pensó: "El señor Song espera demasiado de él.

No tenía una sed de ambicion, sólo quería criar bien a sus dos niños. Pero eso era muy improductivo.

El señor Song dijo: "Puedes llevarte todos los libros que tengo aquí para transcribirlos. Si no entiendes algo, no tienes que preocuparte de nada más, sólo ven y pregúntame".

Li Jin se apresuró a darle las gracias.

Sólo después de que el señor Song se marchara, Li Jin sacó la pluma y el papel, pero no puso la pluma sobre el papel durante mucho tiempo.

Resulta que en la antigüedad lo más importante era la reputación de una persona.

Si tenías mala reputación, le caías mal a todo el mundo en la aldea; pero una vez que tu reputación era buena, hasta los Xiu Cai querían darte un pequeño empujón y hacerte estudiar bien.

De repente, a Li Jin se le ocurrió que si el examinador consideraba que varias personas tenían las mismas notas en el examen y podían situarse en los primeros puestos, elegiría sin duda a la que tuviera mejor reputación.

Diario Agrícola Del Doctor Li JinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora