Diario Agrícola Del Doctor Li Jin

115. Un gran mérito

Así lo dijo Pang Lao, pero él también sabía que si realmente afirmaba públicamente que Li Jin era su discípulo, sin duda Li Jin se volvería famoso, pero también podría tener consecuencias negativas. En este momento, podría estar haciendo más daño que bien.

Pang Lao no era una persona terca y obstinada. Aunque a veces actuaba como un niño pequeño, cuando se trataba de asuntos importantes, siempre consideraba cuidadosamente todas las posibilidades. Cuando Chen Yiding escuchó la pregunta de Pang Lao, no respondió y esperó a que Pang Lao tomara una decisión por sí mismo.

Después de un rato, Pang Lao finalmente dijo: "Por ahora, no anunciaremos que él es mi discípulo. Si puede pasar los exámenes o no es cuestión de su propia capacidad. No le enseñé los Cuatro Libros y los Cinco Clásicos, así que ¿qué importa el examen imperial?". Su tono era despreocupado, lo que hizo que Chen Yiding se sintiera aún más sorprendido.

Porque Pang Lao solo usaba un tono casual con personas cercanas y familiares. En circunstancias normales, era bastante indiferente. De repente, Chen Yiding también quiso conocer a Li Jin. Después de todo, no hay muchas personas que Pang Lao apruebe.

Los días pasaron y a mediados de febrero, el vientre de su esposo estaba cada vez más grande. Ni siquiera podía ver sus propios pies cuando estaba de pie. Li Jin realmente quería quedarse en casa todos los días para acompañarlo. Aunque él mismo era un médico y su trabajo principal era asistir en los partos.

Cuando acababa de llegar a este mundo, llevaba consigo una gran cantidad de experiencia y había hecho muchas cosas con tranquilidad durante el período de su juventud. Ahora, al pensar en ello, se sentía un poco asustado. Incluso antes de que llegara el momento real del parto, se sentía ansioso y ni siquiera se atrevía a pensar en atender un parto él mismo.

En cambio, Qin Muwen no tenía miedo en absoluto. Aunque ya no podía ver sus pies y tenía que apoyarse en la pared para caminar, desafortunadamente no le permitía salir al patio debido al frío. El pequeño Baozi, por otro lado, era muy obediente y a menudo corría desde su habitación envuelto en su abrigo de algodón. Después de disipar el frío en su cuerpo, se acercaba a Qin Muwen.

Qin Muwen le acariciaba la cabeza y le decía que bebiera un poco de agua. Como habían encendido la estufa en la habitación, el ambiente estaba un poco seco, así que Li Jin ponía un recipiente con agua como humidificador. Por supuesto, las personas en la habitación también debían beber más agua para hidratarse.

"¿Por qué has venido otra vez? ¿No tienes miedo del frío?"

El pequeño Baozi dijo: "Padre dijo que no puedo separarme de ti, papá. Cuando estaba recitando poesía, vi a Xiaocha en la cocina haciendo panqueques de maíz, así que corrí aquí para acompañarte, papá".

Su lógica era clara y coherente. Qin Muwen no sabía si admirar la capacidad de pensamiento del pequeño Baozi o su madurez y sentido de responsabilidad.

Para ser precisos, ambos aspectos merecían elogio.

Por otro lado, Li Jin no sabía que Pang Lao solo tenía seis cajas de piedras que podían absorber tinta, y el agua en la que estaba practicando era la última agua clara. Si tiñera también esa agua de tinta, realmente habría cumplido con el requisito de Pang Lao de decirle a los demás que era su discípulo.

Después de terminar la práctica, Pang Lao no mencionó nada sobre darle un nombre oficial. En cambio, le pidió que buscara libros antiguos y estudiara el estado mental de las personas que escribían en ese momento, y que escribiera varios estilos de caligrafía. Solo después de que terminara le mostraría los originales y compararía las diferencias.

Si Li Jin no tuviera un talento excepcional, Pang Lao no se habría esforzado tanto en entrenarlo. El problema era que ahora Li Jin tenía la oportunidad de lograrlo, y Pang Lao no podía soportar enterrar su talento. Esto también podría considerarse una enseñanza adaptada a las habilidades de la persona.