XVII

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Los cuatro chicos se adentraron en la residencia de su amigo Tolkien, todos ya la conocían, incluso Tweek pero éste no la recordaba. Tweek al notar la gran cantidad de personas que había en la casa, tomó la mano de Craig, quien estaba a su lado, ambos caminaron tomados de la mano sin decir nada, apesar de apenas eran las 21:10 ya había bastante gente. El pelinegro y el rubio llegaron a una parte tranquila de la casa de Tolkien, encontrándose ahí a dos rubios devorando mutuamente sus labios quienes se detuvieron al  percatarse de los que acababan de entrar.

- Oh, hola Craig.. - El rubio arregló su cabello separándose del otro rubio.

- Hey, Craig,  ¿quién es este enano que te acompaña?

- Hola, Kenny, hola.. ¿Butters?— Respondió Craig ladeando su cabeza.

- Marjorine. — Corrigió Kenny.

- Lo siento, Hola marjorine, este pequeño rubio es Tweek Tweak, ¿lo recuerdan?

- Hehe, sí, ¿ya son novios otra vez?

Los dos chicos se ruborizaron y se miraron entre sí, soltando el agarre de sus manos para cubrirse el rostro o rascarse la nuca.

- Mucho gusto haberlos encontrado por aquí. Lamentamos haber interrumpido.- Tweek evitó la anterior pregunta, los dos rubios les dieron una sonrisa en respuesta y siguieron con lo suyo, por lo que Tweek y Craig salieron de la habitación.

Continuaron buscando a los amigos más cercanos de Craig, se encontraron con una mesa donde había bebidas, desconocían su origen pero de todos modos se acercaron para matar la sed.
Habían muchas bebidas, algunas solo eran refresco pero una en especial estaba casi por acabarse, el azabache optó por tomar de esa.

- ¿Te sirvo? — Craig dijo tomando un vaso rojo desechable para después servir aquella bebida de color azul. Era un azul exótico, como si fuera radiactiva, pero Craig conocía a Tolkien y sabía que éste no dejaría que alguien bebiera algo peligroso.

- Oh, bueno.. — Tweek dudó pero también tomó un vaso acercándolo a la jarra donde estaba la bebida. Ambos tomaron de sus vasos, no sabía mal pero no lo tomarían siempre.

- Craig, ¿cómo es el amigo qué buscamos? — El rubio preguntó para después de darle otro trago a aquella bebida.

- Es.. castaño, más alto que tú, pero mucho más bajo que yo..— Craig se acercó al oído de Tweek, la música no lo dejaba escuchar al rubio y viceversa, aunque quizás solo era una excusa para ver aquellos ojos que amaba más de cerca.
Tweek miró curioso a su alrededor, buscando a alguien que se pareciera al chico que acababa de describir el pelinegro.
El rubio comenzó a caminar alejándose de Craig, quien siguió su paso algo dudoso, ¿a dónde se dirigían? El azabache imitó la acción del menor, miró a su alrededor y se encontró con un cabello rubio rizado, moviéndose al compás de la música junto con una cabellera roja que también dejaba que la música y el ritmo tomara el control de su cuerpo.  Craig tomó de la mano a Tweek y lo jalo hacia él, ahora era Tweek el que seguía a Craig, el enano rubio se percató de que se dirigían a la gran sala de aquella casa donde había gente bailando debajo de luces de colores, todas esas luces lo mareaban por lo que se acercó más a Craig esperando que éste lo guiara, el de sudadera azul notó esto, por lo que se colocó atrás del rubio y puso ambas manos sobre los hombros de éste, tomando el control del rubio como si se tratara de un títere.
Llegaron donde estaba aquella rubia de escote pronunciado, Craig tocó el hombro de la pelirrubia y ésta miró a verlos, su rostro cambió a uno de sorpresa y nostalgia.

FIGHT! | CreekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora