XXI

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Y ahí estaba el rubio, paralizado a mitad de la calle, frente a un auto rojo, lo curioso era que había un peluche de una serie muy vieja, no recordaba el nombre pero el peluche era un "mojón" con sombrero de navidad. Que ironía.. Tweek salió de su trance por culpa de una voz que le habló.

- Hey, ¿todo bien? ¿te golpeó el auto?- El que acababa de llegar iba a seguir preguntando por el estado del menor, hasta que se dió cuenta de que aquel rubio de ojos lindos estaba teniendo un ataque de ansiedad, en sus ojos se le notaba el temor, la angustia. No dudó mucho, se disculpó con el conductor, recogió el peluche que yacía en el piso y tomó la muñeca del rubio, saliendo con él del lugar.

Las miradas se dispersaron y la gente siguió con su rumbo, dejando ver al otro lado de la calle a un pelirrojo estallando de enojo, puesto que vió irse a su pequeño rubio con un castaño alto.

El castaño y el pelirrubio entraron a una cafetería que estaba dentro de una plaza, pidieron la mesa más alejada a la entrada, en un patio algo tranquilo y Perfecto para tranquilizar al menor, tomaron asiento y el más alto no pudo evitar sentir la...

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El castaño y el pelirrubio entraron a una cafetería que estaba dentro de una plaza, pidieron la mesa más alejada a la entrada, en un patio algo tranquilo y Perfecto para tranquilizar al menor, tomaron asiento y el más alto no pudo evitar sentir lastima y curiosidad por el más bajo.

— ¿Ya te encuentras más calmado?- Habló el castaño, cortando el silencio incómodo.

— Sí.. muchas gracias.- Tweek no estaba del todo bien como para responder a las preguntas del desconocido.

— ¿Quiéres contarme? Estaré aquí escuchándote, estás seguro mientras yo esté.- Dijo el más alto, pero sólo recibió una respuesta con la cabeza del menor, quien lo negaba.

— Entiendo.. Soy Christophe.

— Soy Tweek, muchas gracias por ayudarme..

— No es nada, cuentas conmigo para todo.— Chris tomó la mano de Tweek por debajo de la mesa, el rubio se sintió incómodo, por lo que solo mordió su labio con nerviosismo.

Christophe y Tweek pidieron sus bebidas, Tweek pidió su tradicional café negro, el castaño prefirió un frappé de vainilla. Continuaron charlando, hablaron de cosas triviales como el curioso acento al hablar de Christophe, de vez en cuando el más alto intentaba sacarle información al menor sobre lo ocurrido, pero al parecer era un tema del cual se avergonzaba Tweek.

El pequeño rayo de Sol ya no tenía a donde ir, todas sus pertenencias estaban en su casa donde estaba Kyle, ahí tenía su ropa, su billetera- espera.. ¡No tenía su billetera! Oh mierda, ¿cómo pagará su parte? Chris ya le había dado muchos problemas.. ¿Cómo se lo dirá?

Tweek no se había percatado que al estar sumergido en sus pensamientos, estaba ignorando los llamados de Christophe y eso lo estaba.. haciendo sentir mal.

— ¡TWEEK! - El francés exclamó, tomando el rostro del pequeño rubio, sacándolo de su trance.

— Lo siento, ¿q-qué haces?- Tweek se estaba incomodando un poco por el tacto, no decía que Christophe no fuera alguien de fiar, solo se sentía algo sucio.. se sentía sucio de que alguien lo tocara.

— Me estabas ignorando, te veías.. raro, ¿todo bien?

— Porfavor, ya es tarde..- El rubio se alejó del castaño.

Christophe no dejó que Tweek pagara algo, por un lado estaba feliz, pero igualmente sentía mucha vergüenza. El pequeño rayo de Sol le indicó en dónde vivía y fueron en esa dirección, al llegar el rubio se percató que las luces estaban prendidas.. Kyle estaba ahí.

— Bien.. muchas gracias por todo Christophe, ¿cómo te lo pago?- Dijo Tweek, una vez que estaba parado frente a una puerta marrón.

— No es nada, no es necesario que me pagues, es lo mínimo que pude hacer por ti.

— Insisto, ¿gustas que te transfiera?- El más bajo comenzaba a desesperarse, sabia que si entraba a su casa, no lo dejarían salir.

— Mmh ¿te parece si me pagas con tu número de teléfono? - Christophe desvío la vista de los ojos brillantes del menor, ocultando el sonrojo que apareció en sus pómulos.

Tweek rió enternecido, el castaño era un chico lleno de sorpresas, ambos compartieron sus números y se despidieron, el rubio al ser una persona noble podía conquistar los corazones de cualquier persona, ¿por qué Kyle lo trataba tan mal? Seguro ese francés lo trataría mejor.
No.. no debía de pensar así, ahora era momento de pensar en todas las posibilidades de lo que pasaría en el primer instante que ponga un pie dentro de su hogar.

Metió las llave a la chapa dorada que hacía contraste con la puerta marrón, pero se percató que la puerta estaba abierta, así que decidió entrar. No había nadie en la sala ni en la cocina, pero la televisión se encontraba prendida y varias prendas estaban regadas en el sofá, quizás al pelirrojo se le había olvidado apagar todo.. Tweek apagó la televisión y las luces de la sala, recogió un poco aquellas prendas que yacían tiradas en el piso, percatándose que eran prendas masculinas y definitivamente él no vestía así, después de limpiar un poco se dirigió a su habitación para ponerse cómodo y dormir pero al abrir la puerta quedó atónito.

 Tweek apagó la televisión y las luces de la sala, recogió un poco aquellas prendas que yacían tiradas en el piso, percatándose que eran prendas masculinas y definitivamente él no vestía así, después de limpiar un poco se dirigió a su habitación p...

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Capítulo dedicado a: @SantiagoEspinozaReye

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