°•Capitulo 3•°

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{Conociendo al pelinegro}

Shinichiro

-perdón por la tardanza, mi abuelo me necesitaba en el dojo- llegué donde habíamos quedado para ir a ver el partido de Wakasa.

-joder que si lo tienes que sentir!- dijo Takeomi al verme llegar.

-vamos a llegar a la mitad del partido y con suerte- me reprochó Benkei mirando su reloj.

-bueno, no pasa nada, vamos!- los ignoré y seguí el camino sonriente.

Ellos me siguieron, íbamos hablando de tonterías mientras nos acercábamos a su instituto.

-por cierto shinichiro ¿Porque no tienes tú típico peinado?- me preguntó Benkei mientras me revolvía el pelo, yo solté una risa.

-me duché y con las prisas se me olvidó-

-pareces que te acabas de despertar- se rió Takeomi de mi.

-no me digas eso, no me queda tan mal- me coloque un poco el pelo.

-lo que tú digas pero que no se te olvide, eres el líder de la pandilla, tienes que ir decente- volvió a decirme Takeomi.

Pasábamos por las gradas buscando un sitio donde sentarnos, yo iba distraído cuando escuché a Takeomi gritar.

-hombre!!! Kaori-chan- gritó Takeomi a mi lado, yo me giré a ver a la chica que había llamado y cuando la vi me quedé inmóvil.

Abrí los ojos en grande cuando vi a aquella linda chica, de ojos rojos, los cuales brillaron cuando conecté mis ojos con los suyos.

Su pelo le tapaba ligeramente la cara al haberse girado rápidamente, un pelo negro intenso, brillante y largo. Sus labios rosados al igual que sus mejillas sonrojadas, no era guapa, no era linda, era hermosa.

Nos fuimos acercando a ella, quien no reaccionaba estaba quieta sin moverse.

-Kaori-chan ¿Estás bien?- movió su mano delante de la linda chica.

Takeomi nos presentó, por lo visto era una amiga de Wakasa, ya le había hablado de mí.

Su nombre también era hermoso, Kaori, Hitto Kaori. Su voz también era hermosa, era como escuchar el ligero viento en primavera, suave y dulce.

-te importa si nos sentamos contigo?- preguntó Takeomi, yo al escuchar eso me emocioné.

Ella dijo que no, después de eso, lo único que sentí fue como Takeomi me empujó fuertemente, haciendo que me sentara y chocará contra ella.

Yo me puse nervioso y levanté la vista para disculparme.

-ah!! Lo siento!!- cuando abrí los ojos y levante la cabeza, noté la poca distancia que había entre nosotros.

De cerca todavía era más hermosa, una nariz chata con los ojos afilados pero amables, largas pestañas rizadas y sus ojos eran transparentes y brillantes como el agua a la luz del sol.

-mucho...- susurré avergonzado y bloqueado totalmente.

-estas bien?- pregunté no se ni cómo.

°•Contigo a mi lado•°  Shinichiro y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora