°•Capitulo 13•°

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{la puta regla}

Que sueño.

Luego de darme un descansito por el accidente y poder dormir las horas que me gustaría dormir todo los días, tenía que ir al instituto.

-podrias haberte quedado descansando un día más- me decía Kakucho mientras yo caminaba con cara de zombi.

Yo prefería no contestarle, por mi me hubiera quedado en mi casa descansando hasta fin de curso, pero no puedo hacer eso, tengo exámenes, tareas, trabajos... En fin todo lo que me encanta.

La mañana pasó bastante normal, todo el mundo me preguntaba y yo prefería mentir diciendo que me caí y me di con un muro. Ya lo sé, muy poco creíble, pero no me apetecía que todo el mundo se enterara.

Terminé llendome a casa temprano, no podía entrenar ya que tenía el brazo mal, hasta que se me termine de curar no puedo hacer ejercicio.

Así que aproveché y me fuí con Kakucho a comer a un restaurante.

-kaori- me llamó Kakucho mientras se comía un patata.

-dime- cogí mi nestea y me lo llevé a la boca.

-esque te tengo que contar una cosa-

-que cosa?-

-pues verás esque... Me han dado las notas de unos exámenes y- se quedó callado.

-y?- pregunté seria.

-pues he aprobado 2 con un 7'5 y un 8 pero el de mates no me ha salido tan bien...- dijo algo decaído.

-has suspendido ¿No?- le pregunté con una suave sonrisa.

-si...- finalizó.

-bueno, no pasa nada Kakucho, es normal que suspendas algún examen, además mira que pedazo de notas en los otros dos- él me miraba con la cara un poco disgustada.

-esque he sacado un 3-

-y que? Lo importante esque después recuperes, no te preocupes- le sonreí.

-y bueno... ¿Que tal el brazo?- me preguntó.

-bien, pero... Prefiero no hablar del tema- negué con una sonrisa agridulce.

-te gustaría haber ido a entrenar ¿No es así?- me preguntó, justo dándome en el clavo.

-pues si la verdad, me hubiera gustado despejarme un rato, pero me alegra que pueda volver al trabajo-

-te gusta pasar el tiempo con esos niños ¿Eh?- se rió levemente.

-son un AMOR- le miré con los ojos bien abiertos, hablándole enserio.

-eso o que tú tienes demasiada paciencia- levantó las cejas mirando a otro lado.

Yo me reí y le di una patada en la pierna.

-son un amor de verdad- le miré seria.

Terminamos de comer, yo me tenía que ir para comenzar a trabajar, Kakucho me dijo que había quedado con Izana para algo importante.

Llegué a la casa de los Sano y esta vez no me encontré con Mansaku, me encontré con aquel chico que hacía que todas las partes de mi cuerpo se alterasen.

-kaori-chan! Hola- me saludó con una sonrisa y tono pacífico.

-hola Shinichiro-kun- le saludé de vuelta.

-pasa ¿Cómo vas?- me sonrió mientras me dejaba pasar.

-bien! Hoy creo que ya puedo venir a cuidar a- en ese momento me interrumpió el grito de una niña.

°•Contigo a mi lado•°  Shinichiro y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora