°•Capitulo 8•°

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{un pervertido y una niñera}

Llevaba un tiempo pensando algo importante, era el dinero.

Un problema bastante común en todas las personas que tienen que llevar adelante una familia. Y eso que solo éramos Kakucho y yo.

Además del dinero que me pasaba mi tía, me hacía falta algo que me sirva como de colchón amortiguador.

Para poder vivir un poquito más calmada y más tranquila, que no vaya tan angustiada pensando en como pagar todo y poder vivir.

Con vivir me refiero a poder salir a comer, al cine, comprarme ropa, darle dinero a Kakucho de vez en cuando...

-kaori-chan-la voz de mi amiga me sacó de mi montón de pensamientos.

-dime- me giré y me contesté amablemente.

-vienes ya al entrenamiento del voley?- coño, es verdad, el voley.

-si! Bajo en cuanto termine de recoger- me levanté de mi asiento para empezar a guardar mis cosas.

-valee- se fué hacia las pistas.

Por lo menos el voley me distraía bastante de todos los problemas que tenía, me desahogaba y me hacía concentrarme en otra cosa.

Bajé y me metí en el vestuario para ponerme la ropa de entrenamiento.

Salí de allí para empezar el entrenamiento junto a las demás chicas pero vi como las gradas estaban ocupadas por un grupo de 3 chicos.

Me fijé y dos de ellos no sabía quienes eran pero había uno que si, Sato.

Y tú dirás ¿Quién coño es Sato? El pesado del equipo de fútbol de Wakasa que me pidió mi número de teléfono, justo el día que conocí a Shinichiro.

Estuve hablando con Wakasa sobre su equipo de fútbol, le pregunté que quien era ese chaval y me dijo que era un gilipollas.

El típico chulito que es un poquiiiiiiiiiiiiito guapo y por tener a 5 chicas detrás de él ya se cree el rey del mundo.

Me miró y me dedicó una sonrisa de egocéntrico que no veas, yo levanté las cejas mientras paseaba mis ojos mirando hacia arriba.

El entrenamiento empezó, la verdad que me estaba jodiendo bastante, bastante mucho.

Porque en vez de disfrutar de lo que realmente me gusta, estoy incomodisima con él mirándome todo el rato. Cada vez que me giraba a verlo, me estaba viendo.

Solo me giraba porque notaba su mirada encina mía.

Pero no peor fué cuando empezamos a recibir, y escuché lo peor que me han dicho en mi vida.

-que culazo!!- me giré con una cara de enfado y de indignación increíble, rezando para que aquello no fuese para mi.

Pero por desgracia, me estaba mirando, con la mano al lado de la boca para que le escuchase mejor y me guiño el ojo.

Yo de verdad que era una persona pacífica, no me gustaba meterme con gente, era tranquila, tampoco me gustaba insultar oír insultar.

°•Contigo a mi lado•°  Shinichiro y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora