°•Capitulo 9•°

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{Un beso}

Ya llevaba un par de semanas trabajando de niñera en la casa de los Sano.

La verdad que todo iba bastante bien, me gustaba el trabajo, era fácil, sencillo, divertido y bien pagado.

Emma seguía igual de agradable, simpática y mona que siempre, era una niña muy risueña y de verdad que me agradaba, su sonrisa era todo lo que estaba bien en esta vida.

(Su sonrisa y su todo, es un pedacito de pan, demasiado para este mundo, QUE ENVIDIA LE TENGO AL PUTO KENCHIN)

Y bueno...Manjiro, era un poquito más complicado al principio que con Emma, pero con el tiempo, solo era un niño como todos que le gustaban los dulces y dormir.

Estuve hablando con Shinichiro y le di las gracias por todo, por dejarme una oportunidad para cuidar a sus hermanos, le dije que haría todo lo posible para que estuviesen bien.

La verdad que me alegré bastante al enterarme de que ellos iban a ser los niños a lo que iba a cuidar.

Hoy llegué de la escuela a la casa de los Sano, al tocar, como siempre me abrió el abuelo Sano. Cuando yo llegaba, él se iba al dojo.

Entré a la casa, empecé a buscar a los niños, me asomé con cuidado al salón donde empecé a escuchar risas y gritos.

Pude ver a los dos niños montados, literalmente encima de Shinichiro.

Emma colgada del brazo de su hermano, el cual lo tenía extendido para que ella se colgará como un mono y Manjiro estaba montado a caballito encima suya.

Shinichiro daba vueltas por el salón para que se divirtieran un poco más, era una escena tan bonita, tan cálida, tan... familiar.

No pude evitar de sentir un pelín de celos al ver aquella escena, me recordó un poco a cuando éramos pequeños.

Flashback

-aahhh!!- grito mi padre asomandose por mi lado, descubriendo mi escondite.

-aaaaayyyy!! JAJAJAJA- solté un grito agudo cuando vi que fuí descubierta, empecé a correr y a reír histérica mientras huía de él.

-ven aquí, demonio!!- mi padre empezó a correr detrás mía, yo saltaba y corría por todo el salón, me subía a los sofás, los cogines...

Entré en la cocina donde estaba mi madre haciendo la comida, yo entré corriendo y gritando, me estresaba que me persiguiesen, pero a la vez me divertía. Un poco masoca de mi parte.

-mamá!!- grité al llegar a ella y le abracé la pierna.

-papá deja de perseguir a mi niña, que la estás estresando!!-regaño mi madre cuando llegué a ella.

-dejala! Si a ella le divierte ¿A qué si?- me dió una gran sonrisa. A mí se me contagió.

Tenía las mejillas rojas por el calor y el agobio de correr tanto.

En ese momento me fijé en la personita que había escondida en el marco de la puerta. Era mi hermano pequeño, él solo tenía 4 años, yo tenía ya 9.

Yo me acerqué a él corriendo con los brazos extendidos, me puse delante suya y lo miré con una sonrisa.

-quieres jugar tu también?- le ofrecí con una sonrisa.

°•Contigo a mi lado•°  Shinichiro y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora