Episodio 12

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Al pasar de los días nada cambió, Hanbin seguía saludando de lejos a Zhang Hao y yéndose con otras personas, a veces Hao quería acercarse a él y preguntarle si hizo algo que lo incomodó y esa habría sido la razón por la cual ya no se junta con él. Incluso habían veces donde veía a Hanbin en línea pero este ya no le escribía, antes le preguntaba si ya había llegado bien a su casa, si comió algo, le decía que se duerma temprano y que se cuide bien para no enfermarse, entre otras cosas. Pero ahora todo cambió tan repentinamente.

Avanzo un paso y retrocedo diez.

¿Por qué dejó de preocuparse por él así?, ¿qué fue lo que cambió?, Hao nisiquiera podía dormir bien, cada notificación de mensaje que recibía pensaba que era Hanbin. Se había vuelto loco con todo este asunto. Quería contarle a Kuanjui estas cosas pero no quería incomodarlo con sus problemas amorosos.

Zhang Hao se comenzó a cuestionar si en verdad Hanbin lo consideró su amigo o sólo lo veía como un simple compañero de trabajo del cual terminaba de completar la tarea y se alejaba de él. Quizás era eso. No estaba completamente seguro pero si en verdad era eso... Zhang Hao se sintió como un estúpido por hacerse tantas ideas de que entre él y Hanbin sucedía algo más, tal vez todo estaba en su cabeza y para Hanbin nunca significó nada.

Mientras se dirigía por uno de los pasillos escuchó casualmente una conversación entre tres chicas, estaba dispuesto a pasar de largo ya que odiaba oír cosas que no le incumbían, sin embargo, algo captó su atención.

—...Hanbin

Escuchó el pelirojo. De pronto se detuvo a un lado de la puerta de la sala, la cual estaba entreabierta, se posicionó ahí evitando que aquellas chicas lo notasen y así poder escuchar bien de que hablaban.

—Entonces él me miró, yo casi me desmayo en ese momento, de cerca es aún más guapo —decía una de ellas con la voz aguda y toral emoción —y me pidió mi número —aplaudió contenta como si de un idol se tratara

—¿En serio? —dijeron las otras dos chicas al unísono, atentas al relato de su amiga

—Siiii, no lo podía creer, obvio se lo di y me escribió —desbloqueó su teléfono para enseñarles la conversación —le hablo seguido, siempre me responde

—Se ve que Sung Hanbin es un chico muy atento —mencionó una de sus amigas

—Sí te pidió el número y siempre te responde yo creo que le gustas —aseguró la otra

—Es verdad, y siempre te pregunta como despertaste y si ya comiste, se preocupa por ti

—Definitivamente le gustas, Sua, no seas tonta, ¡te está dando señales!

—Voy a seguir hablando con él, pero obvio le voy a dar señales también —decía llena de felicidad mientras miraba su teléfono con una enorme sonrisa tallada en su rostro

Zhang Hao escapó de aquel pasillo, sintió enojo y tristeza al mismo tiempo. No sabía que pensar, Hanbin le había pedido el número a alguien más y le escribía de la misma forma en la que le escribía a él.

Qué mierda.

Entonces si lo veía como un compañero de trabajo. Nada más. Le pedía el número a cualquier persona de la academia porque eran eso, de la academia. Nada especial. Pero por qué tendría que escribirle a esa chica hasta hacerla creer que está interesado en ella, o quizás si lo está y Hao fue el único idiota que no pudo notar eso. Tampoco sabía cuál era la sexualidad de Hanbin pero aún así ya estaba que se hacia ilusiones con él.

Estúpido. Soy un estúpido.

De pronto, al entrar a la sala de práctica de nuevo, ahí estaba él, con una chica parada delante suyo.

—Me puedes dar tu número, ¿por favor? —decía ella con un tono de insistencia

—Claro —él tomó el teléfono de ella y comenzó a anotar el suyo —cualquier problema que tengas me avisas —sonrió

—Sí, lo que tu digas —mencionaba embobada mirándolo y así salió de la sala casi chocando con la pared

—Oh, hola Hao —Hanbin giró su mirada hacia Zhang Hao, este se quedó inmóvil sin saber que decir

—Hola —dijo sin una expresión en el rostro, nunca tenía expresiones pero esta vez en serio no las tenía, habían desaparecido, sin embargo, Hanbin le devolvió el saludo agitando su mano mostrando su cálida sonrisa, aquella sonrisa la cual le gustaba mucho al pelirojo pero que ya había visto en repetidas ocasiones

Esa sonrisa no era sólo para Zhang Hao, sino para todos, le sonreía a todos, se reía con todos, le pedía y daba su número a todos. Hao no podía creer que se haya hecho ilusiones cuando Hanbin actuaba de esa manera con todo el mundo y recién ahora lo había notado.

Después de aquel saludo un tanto distante, Hao se dirigió más atrás a sentarse mientras bebía su botella de agua viendo como otra chica se acercaba a Hanbin y él conversaba con ella de la manera más relajada posible aún con aquella sonrisa en el rostro que le estaba comenzando a molestar.

Nunca fui especial, sólo uno más del montón.

[🌼]

Kindness ▪︎ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora