Kindness ▪︎ Haobin

Episodio 25

—¡Déjalo en paz!

Zhang Hao vio a Hanbin acercarse a aquel tipo con una expresión totalmente seria, estaba enojado.

—Sal de aquí, nadie te invitó —respondió aquel sujeto haciendo que el castaño cerrara su mano derecha en forma de puño

—Te pedí que lo dejaras en paz —dijo entre dientes. Sus ojos estaban llenos de ira, Hao jamas había visto esa expresión en Hanbin

—Eres muy egoísta, ¿sabes? —el hombre soltó al pelirojo de su agarre —no te lo pienso compartir, si quieres hacer un trío viniste con la persona equivocada

—¿Qué? —frunció el ceño

—Pues eso, si quieres que te lo dé, primero tienes que esperar a que me lo termine de follar, después de mí puedes hacer lo que quieras con él—reía de una manera tan asquerosa

Hanbin apretó su mandíbula y sin soportarlo más lo golpeó en la mejilla repentinamente haciendo que este cayera al suelo quedando noqueado. Se notaba que estaba ebrio.

Hao ya no estaba asustado, se sentía seguro ahora con él, al verlo de esa manera le pareció incluso sexy la forma en la que se enfrentó a aquel tipo y como lo defendió. Nunca se imaginó ver a Hanbin tan molesto hasta el punto de golpear a alguien. Le gustó mucho eso.

—¿Estás bien? —preguntó el castaño volviendo en sí

—Ah, sí... no alcanzó a hacerme nada —decía mientras tenía a Hanbin tan cerca de él revisándole su brazo para corroborar que no le había dejado alguna marca del agarre tan fuerte que le hizo aquel tipo —, por suerte apareciste tu —sus miradas se volvieron a encontrar haciendo que el tiempo se detenga de nuevo

Parecía que solo era cosa de la mente de Zhang Hao el hecho de sentir que el mundo se detenía, pero deseaba mucho que Hanbin también sintiera eso.

—Vamos —sonrió el castaño —, no vaya a ser que se despierte —el mayor asintió —, te acompaño a tu casa —el mayor volvió a asentir e iniciaron su caminata en dirección a la casa de este —No es la primera vez que escuché casos en el que se encuentran a un abusador en la calle a altas horas de la noche —decía Hanbin mientras Hao lo escuchaba atentamente —, algunas personas pueden pensar que Corea es seguro porque no roban, pero aún así, siguen habiendo personas muy mal de la cabeza que buscan hacer daño

—Entiendo... —respondió con la mirada perdida en otro lugar

—Por eso, siempre que salgas tienes que ir acompañado de alguien, y si no es Kuanjui me puedes pedir a mi que te acompañe, jamás me voy a negar

—Tu nunca te niegas a nada igual... —mencionó en un tono bajo, pero así hable lo más bajo posible, Hanbin lo escuchaba, no sabía como es que podía oírlo si ni siquiera Kuanjui lo hacía

—A ti jamás te diré que no...

Deja de confundirme, maldita sea.

—Bueno, pero... sólo esta vez salí tarde porque no me di cuenta de la hora —justificaba

—Procura fijarte siempre, y si Kuanjui no puede acompañarte me lo dices a mí

—¿Y si tampoco estás?

—Me llamas y me dices que vaya a recogerte -—respondió sin dudar haciendo que el corazón de Zhang Hao comience a saltar. Nunca creyó volver a sentir aquellas mariposas de nuevo, las únicas mariposas que sólo Hanbin le hacia sentir.

Ya habían llegado, el pelirojo abrió la puerta de su casa voltendo a ver a Hanbin quien permanecía parado a uno centímetros más allá con una sonrisa.

—Cuídate —dijo Hanbin agitando su mano dando indicio a que ya se iba a ir, pero alguna razón, Zhang Hao no quería que se vaya, quería seguir conversando con él, le gustaba mucho oír su voz y el hecho de saber que lo tiene respirando a su lado, era lo único que quería

—Gracias... —mencionó viendo al castaño asentir antes de salir del lugar, Zhang Hao no entró a su casa hasta verlo desaparecer de su vista, después de que eso ocurriera ingresó cerrando su puerta con llave

Dejó sus cosas a un lado y se preparó algo de comer para después meterse a bañar. No paraba de pensar en Hanbin, hasta parecía insano la manera en la que sólo sea él quien tenga en su cabeza todo el día, en cada momento.

De pronto, el sonido de un mensaje salió de su celular mientras se secaba el cabello, este lo agarró dejando su toalla a un lado y abrió el mensaje.

Esa noche a pesar de haber sido bonita, Hao no pudo conciliar el sueño, y era porque no se quitaba de la mente la creencia de que así como Hanbin lo ayudó a él, también lo haría por otras personas. Que no lo ayudó sólo por ser él, sino porque era su compañero de la academia, nada más.

Después de dejarlo en visto ya no lo vio conectado de nuevo. Quería seguir conversando con él pero ya no debía dejar que su cerebro se haga ilusiones estúpidas y siga viendo cosas donde no las hay.

Hanbin simplemente está siendo amable, como siempre.

[🌼]