2 |La Detesto

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—...Vamos Dani, no seas así — le decía Juliana

—Te dije que no saldré de esta habitación — le dijo Daniela, quién estaba en la cama sentada mirando su celular

—Solo daremos un paseo por el barrio. Ya verás que te va a gustar

—Lo dudo mucho

—Iremos de compras—Juliana le paseaba los dedos por el brazo. Daniela puso los ojos en blanco.

—Bueno está bien. Pero... Que sea un lugar de clase

—¡Ya! para tu trasero de ahí — Juliana la agarró por una mano y la saco de la cama, para luego las dos irse.

Cuando salieron de la casa a la primera persona que vieron fue a Poché, quién estaba trabajando como siempre; tenía puesto un overol de mecánico hasta la cintura, y un ajustado crop top blanco que le hacía lucir muy bien su plano y musculoso abdomen. Tenía una pequeña toalla en las manos, y miraba a Daniela mientras se las limpiaba.

—La detesto — murmuró Daniela mientras miraba a la morena desde la puerta de la casa.

—No sé por qué te cae mal Poché. Ella es un amor de persona — le dijo Juli al escucharla — además está bien sexy la cabrona. Tiene a todas las mujeres del barrio dudando de su sexualidad, yo soy una de ellas— finalizó Juliana, mordiéndose el labio inferior.

Daniela se carcajeó.

—Y veo que todas están ciegas... Esa tipa es una, corriente, grosera y mal educada. Además mira como usa un top blanco para trabajar con grasa. Es una estúpida arrogante— decía Daniela sin dejar de mirarla.

—Casi siempre trabaja con ropa blanca y no la he visto sucia. Para eso es el overol que tiene puesto; cuando se mete debajo del coche se lo pone completo

—Igual se ve vulgar y corriente

—Es sencilla y humilde... Su papá es de dueño de "Garzón Motors" —Daniela quedo boquiabierta al escuchar a su prima, ya que su padre había comprado coches en algunas agencias Garzón— y aún así no deja de trabajar, y ese taller es de ella. Se lo compró a su papá

—Eso no le quita lo corriente y lo vulgar que es. Le falta mucha clase, algo que el dinero no puede comprar. Naco es naco— indago Daniela.

—¡Vamos! — Juliana la agarró por una mano

—¡Que! ¿Hacía donde me llevas? — Daniela se resistía.

—Te voy a presentar a María José. Tienes que conocerla

—No no, Juli. No me puedes obligar a ir hacia allá. No me interesa conocer a esa mugrosa— Daniela seguía resistiéndose a los jalones que le daba su prima

...

—Disimula —Lucía interrumpió a su amiga, quien no quitaba la mirada a las dos chicas que estaban a pocos metros de ella

—¿Que?

—Que dejes de mirar para allá. No se que tanto le ves a esas dos

—Estoy viendo a Juli

—¿Y desde cuándo ves tanto a Juli? Ni siquiera cuando te trae jugo y cosas de la cafetería de doña Mechi le pones atención — Lucía sonreía mientras molestaba a su amiga— ahí viene. Te dejo — le dijo al ver que las primas se acercaban. Luego se fue a la recepción.

—Hola Poché —la saludo Juliana, sin soltar el brazo de su prima, quien no se veía muy agusto estar ahí — te presento a mi prima Daniela

—Hola, Daniela — Poché le extendió la mano pero ella no la estrechó

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