Stay Together

32 |Un Problema Oculto

—... Esta bien Pedro gracias, trataré de comunicarme con ella — le dijo antes de colgar.

— ¿Pasa algo? — Inquirió Daniela al verla tan preocupada.

Poché suspiró.

— Es Deborah...

— ¿Qué pasa con ella?

Daniela se acercó rápidamente a la morena.

— Yo la dejé durmiendo en la casa, y le dije a Pedro que estuviera muy pendiente de ella, ya que no la vi muy bien...

— ¿Y?...

— Salió sin que él se diera cuenta...

— Creo que ella está bastante grandecita, ¿no?

— Ese no es el problema Dani... Cuando Pedro entró a su habitación arriba de la cama habían ropa tirada y una maleta abierta — le contaba Poché lo le había dicho su empleado — luego, entró al baño y encontró y grifo del lava manos abierto. El piso estaba todo enundando.

— ¿Y qué crees que haya pasado?. Quizá se le olvidó cerrarlo.

— No lo sé Dan, me preocupa mucho el estado de Deborah. Ella no está pasando por un buen momento, y yo la dejé sola — dijo Poché un poco preocupada y pensativa.

— ¿O sea qué te arrepientes de haber venido? — preguntó Daniela un poco molesta, Poché la miró.

— No es eso Dani, para nada me arrepiento de haber venido. Pero también me da mucha lástima con esa chica — dijo con tristeza — ¿Sabías que su papá asesino a su mamá?

— ¿Qué?...

— Como lo oyes. Hace poco se enteró de esa terrible noticia. Él le había que ella había muerto de cáncer.

— Wow, que pena — se lamentó Daniela.

— Le estoy marcando a su celular y sale apagado — dijo Poché mientras miraba su celular — Creo que iré a buscarla — se puso de pie.

El rostro de Daniela se tornó a serio al ver como Poché empezaba a cambiarse con rapidez.
Después de que le había dicho que pasarían la noche juntas, decide cancelar todo para ir tras Deborah.

María José se dió cuenta de la incomodidad de la castaña y se acercó rápidamente a ella.

— No te pongas así frutica — habló mientras le acariciaba la mejilla.

— ¿Y como quieres que me ponga?, ¿eh?... Estás aquí conmigo y desde que te enteras que Deborah le pasa algo ahí vas de salva vida...

— Dani... — la interrumpió — No seas tan insensible. Deborah está pasando por un mal momento.

— ¡Ay por favor María José! Es obvio que esa niña te está manipulando.

— No digas eso Daniela...

— Lo digo porque ese truco ya me lo conozco. Yo también fue inmadura e hice muchas cosas para llamar la atención de mi papá, conozco muy bien a las tipa como Deborah. Desde que la conocí me dio mala espina — decía Daniela, enojada — además, ¿cuándo pensabas decirme que Deborah se quedaría a vivir en tu casa?

Poché tragó saliva, no sabía que responderle a la castaña, quien estaba furiosa.

— Pues yo... Bueno... Sí te lo iba a decir frutica — titubeó.

— Osea, rompes con ella y se queda a vivir en tu casa. Qué chido — sonríe con ironía. Se pone de pie.

— Dani por favor no te comportes así, ya te expliqué la situación de ella — le decía mientras que Daniela recogía su ropa — Deborah no tiene a nadie, su papá la está buscando para encerrarla. Tú pasaste por algo similar mi amor, entiendela — concluyó Poché, y se puso de pie.