1 |PREÁMBULO

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—... Te dije que entre nosotras no pasó nada. Estabas muy borracha y simplemente te ayude. Es tu problema si no me quieres creer — le dijo Poché, muy enojada. Daniela estaba cruzada de brazos, recostada al coche.

—¿Y por qué me besaste? — pregunto Daniela, con una sonrisa maliciosa.

—¿Que?... ¡Estás loca! Tu fuiste quién me beso — le dijo Poché señalándola —. Yo nunca me acostaría con una mujer borracha, y menos en el estado en que estabas. Poché estaba furiosa, y eso Daniela lo disfrutaba —. La mujer que esté conmigo tiene que estar consciente, así nunca olvidará de lo bien que la pasemos — concluye diciendo Poché.

Daniela se acercó a ella, la agarró por la nuca y la beso con mucha intensidad.

—Eso quiero verlo — le dijo Daniela entre sus labios. Poché la alzó haciendo que la castaña la rodeara con sus piernas su cintura, para luego besarla con todas las ganas y el deseo que le tenía desde hace mucho tiempo.

Daniela entrelazó sus piernas entre la cintura de la morena, quien no perdió tiempo y la llevó hasta el asiento trasero del coche, para luego recortarla sobre este.

Poché la besaba por el cuello mientras le metía la mano por la minifalda circular que llevaba puesta Daniela, quien le entregaba su cuello sin ningún pudor.

—Nunca te olvidarás de mi, Daniela. Voy a marcar tu memoria para siempre.

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Un Mes Atrás...

—...No papá por favor. No puedes llevarme a vivir a ese cochino barrio... Amo a mi abuela y a Juli, y me gustan que vengan a visitarnos. Pero odio ese barrio en el que viven — Daniela se quejaba con su padre mientras él le empacaba la ropa en la maleta.

—No seas exagerada, Daniela. Yo me crie en ese barrio y no tiene nada de malo. Todo lo contrario, es uno de los barrios latinos más limpios y seguros de todo California...

—Aun así no deja de ser barrio y de tener gente corriente y mal educada. Por favor papá no me lleves ahí... Si no puedo quedarme aquí, mándame a una suite o a otro país. Pero ahí no, por favor papito — Daniela seguía implorando.

—¡Ya basta Daniela! Te vas a quedar con mi mamá ¡y punto!... Ella sabrá cómo cuidarte. Además solo serán tres meses. ¿Que podría pasar en tres meses?...

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—Mamá acaba de llegar tío Germán. Vi su camioneta en frente — le dijo Juliana a su abuela paterna, ya que la había criado desde que tenía dos años; el padre de Juliana había sido asesinado y la madre desapareció.

—Ire a ver que quiere — dijo doña Mechi saliendo de la cocina.

—...Daniela. Última vez que te digo que salgas del coche — le decía Germán a su hija, quién estaba sentada en el asiento trasero — ¡Por Dios hija! No seas tan caprichosa — Daniela estaba cruzada de brazos.

—Hola hijo — lo saludó su mamá. Él le dió un beso en la mejilla. — ¿Y tu aquí? Es raro que vengas a visitarme. Hace más de un año que no vienes por aquí, siempre soy yo quien va a tu casa — le reprochó la señora.

—Perdon mamá. He estado ocupado...

—Me imagino — dijo su madre con ironía.

—Daniela, baja del puto coche — le dijo su padre con toda la paciencia de mundo.

—¿Daniela está aquí? — pregunto Mechi mientras se acercaba a la puerta trasera del coche — Hijita ¿Porque no bajas a saludar a tu abuela? ¿Ya no me quieres? — le dijo con los brazos abiertos y haciendo un puchero.

Stay Together Donde viven las historias. Descúbrelo ahora