34 |No Te Conocía

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—... ¿Es en serio? ¿Usted es la madre de Deborah? — Daniela le cuestionó, aún si poder creerlo. La mujer asintió — Pero... Ella había dicho que su madre estaba muerta, no entiendo.

— ¿Podemos hablar?

— Sí, por supuesto — le dijo Daniela indicándole que tomara asiento en sofá y ella se sentó frente a la mujer — La escucho.

— Bueno, mi nombre es Beatriz Pérez — empezó a decir — Deborah es una chica que  sufre de trastorno emocional— Daniela abrió los ojos en grande — No me extraña que haya dicho que estaba muerta, ya que para ella siempre lo he estado...

— Perdón, no entiendo.

— Resulta que, mi hija me odia. Guarda un fuerte rencor por mí. Ella siempre quiso que me separara de su padre, y que nos escapáramos. Yo sé que mi marido no es el mejor hombre del mundo, pero tampoco es el peor...

— Disculpe señora — la interrumpió — pero su marido nos secuestro a mí y a otra chica...

— Eso lo sé, pero también hay una historia detrás de ese secuestro, que también vas a saber.

— Soy toda oídos, porque la verdad no entiendo su punto.

— Tú padre, Germán y mi marido, eran muy buenos amigos. Rodrigo lo quería mucho, incluso, decía que era como su hermano. Qué sucedió: Germán le robó una mercancía que El Guero con toda confianza le había encargado. Tú papá le dijo que la mercancía había sido incautada por el FBI. Poco tiempo después Rodrigo se enteró y pues, lo demás es historia — explicó la mujer.

— ¿Y por eso me secuestro?

— Tú secuestro solo fue un señuelo para recuperar su mercancía, nunca pensó en hacerte daño. Créeme — le dijo honestamente.

— Por una parte entiendo a Deborah en querer alejarse de esa vida. Créame que yo también pasé por lo mismo.

— La diferencia es que, tú no tienes el mismo problema que Deborah. Como te mencioné antes; mi hija sufre de trastorno emocional. Hoy decide una cosa y mañana otra. Todo depende de cómo se sienta en el momento — explicó la mujer.

— ¿Y Desde cuándo tiene ese problema?

— Desde que era una adolescente... Pero llegó Nat y su vida cambio.

— ¿Quién es Nat?

— Natalia era su prometida, una niña muy buena que amaba a mi hija — comentó con tristeza — Ella era seis años mayor que Deb...

— ¿Era?

— Sí. Ella... Murió hace un año en un accidente de tránsito.

— ¡Wow! — murmuró Dani.

— Desde que ella apareció en la vida de mi niña, Deb nunca necesitó volver al psiquiatra, ya que Nat le hacía bien. Pero después de que ella muriera su situación empeoró, tanto que las vidas de algunas personas corren peligro. La tuya y la María José son unas de ellas — concluyó diciendo seriamente.

— ¿Qué?...

— Deborah está obsesionada con María José — mencionó mientras sacaba una foto de su bolso, se la extendió a la castaña, quien rápidamente la tomó  — Ella es Nat.

— Tiene un parecido con María José, hasta se podría decir que son hermanas — dijo Daniela, sorprendida. Beatriz asintió.

— Exacto... Cuando vi la foto de María José y lo feliz que estaba Deborah por su noviazgo empecé a investigar sobre ella, ya que mi hija me decía que se iban a casar y todo. En ocasiones llamaba a María José por el nombre de Nat, y supe que algo no anda bien.

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