2. 𝐸𝑙 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 𝑐𝑖𝑒𝑟𝑣𝑜

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Jeong Jiseo, el hombre que me hizo descender al infierno de las-mujeres-que-piensan-en-otro-hombre, teniendo pareja. Él llegó abruptamente a la universidad el año anterior, llamando la atención de los alumnos por lo joven que es.

Oh sí, un fogonazo cliché al igual que cuando conocí a Jin Ho por primera vez.

Al principio fui indiferente a su persona, mi estado anímico no era el mejor. Mi novio no contestaba mis mensajes, dejándolos en visto. Comprendía que la danza te consume por completo física y mentalmente, pero vamos, era sólo contestar un mensaje.

El pelinegro se encuentra cursando la misma carrera que yo. Dirección de arte. Por lo tanto somos compañeros.
Es dos años menor que yo, el gran talento que posee le otorgó obtener una beca por unos cuantos meses de la matrícula universitaria.

La universidad de cinematografía en Seúl era una de las mejores del país, lo que significa un notable costo elevado.

Compartimos pocas palabras, en realidad, fui yo la que comenzó a platicar con él, encogimiento y temor se leía en su cuerpo. Sus ojos, tan brillosos como el mismo manto de estrellas en plena noche lo hacen ver como un niño indefenso.

Lo que me generó verlo como un pequeño cervatillo. Ganándose el apodo del pequeño ciervo haciendo alusión a Bambi de la película de Disney.

Algo que no concuerda con su físico digno de un hombre que queda sin aliento en el gimnasio.

Culpabilidad fue la palabra impresa en mi frente, no, no me acosté con Jiseo. Surgía como reprimenda personal, pensar en él de forma sugestiva estando en una relación con Jin Ho hizo que me sintiera como una perra en celo.

La primera ocasión que pensé en él se dio por mi ferviente anhelo de sentir un orgasmo luego de tanto tiempo inmersa en los trabajos de la universidad. Diablos, mi estrés era tan fuerte que necesitaba eliminarlo de alguna manera.

Ver un video triple x no suena tan tentador pero fue la opción más cercana. El hombre que se mostraba en escena era demasiado tímido con un cuerpo grueso en general, no debo entrar en detalles cuando es un poco obvio. La comparación entre dicho actor y mi compañero me dejó completamente excitada, el fuego en mi entrepierna empezaba a inquietarme y sucedió lo que tenía que suceder, ustedes me entienden.

El próximo día llegue sonrojada a la clase.
Tuve un mantra mental para que falte a clase, como si se tratara de una propia ley de atracción que falló en grande. Ingresando al salón, lo vi ahí sentado, saludándome con aquellos ojos brillosos y sonrisa de dientes blancos.

Me dije a mi misma que únicamente fue aquella ocasión por mi extraña no tan extraña urgencia, sin embargo, lo seguí haciendo de manera inconsciente. El plan perfecto para quitar a Jiseo de mi cabeza era tener sexting con mí novio, eso que hacen las parejas en la actualidad. Y perdí con solo mencionar la palabra.

Contando el cuento que ya me sabía de memoria; Park Jin Ho, el bailarín fatigado.

Haciendo que mi pasión secreta se extienda plenamente.

Trate de reprimirlo pero no pude, hubo noches donde tuve sueños húmedos con mi compañero siendo inevitables por la falta de intromisión en ellos. Convirtiéndose en mi segunda O.

A pesar de no tenerlo en mi cama lograba mojar mis sabanas, siendo completo desconocido de lo que genera en mi. Un chico introvertido con grandes músculos....

𝑇𝑟𝑖𝑝𝑙𝑒 𝑂 | 𝚁𝙴𝚃𝚁𝙾𝚄𝚅𝙰𝙸𝙻𝙻𝙴𝚂 𝙸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora