11.𝑀𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑓𝑟𝑎𝑧𝑎𝑑𝑎 𝑑𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑎𝑖́𝑠𝑜

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Paraíso, esa palabra que está grabada en mi mente. Al igual que la canción Paradise de Coldplay.

Paraíso porque quedan pocos días para que llegue el otoño Lo amo, me encanta ver a las personas jugando con las hojas y me recuerda a París.

Paraíso porque mi relación con Jiseo parece ascender, él no se suelta de mi en ningún momento en la universidad. Como uña y mugre, antes creía que las parejas que son así son realmente cursis e intensas pero cambie mi pensamiento con el pasar de los días, él me gusta y es lo que me faltaba, afecto.

Y sexo también por supuesto.

Nuestros compañeros se sorprendieron al vernos juntos, era normal sólo que ahora no me suelta la mano ocasionando un fuerte calor en mis entrañas.

No de vomitar, o tal vez si, vomitar mariposas. Siento que volví a la adolescencia.

Él profesor Min, nuestro favorito de edición y guion, no evitó burlarse de nosotros.

—Ya. Jeong Jiseo, deja de ser su guardaespaldas. Nadie te va sacar a la mujer...

Fue un bochorno total.

Y finalmente paraíso, porque mi amistad con el señor Kim sigue como antes. Con las tardes comiendo postres o yendo al parque que tenemos a unas calles.

—Bella ya está por empezar la película.—Jiseo le da una palmada a la cama, llamándome.

Otra vez me perdí en mis pensamientos. Lo veo desde el umbral de la puerta de su habitación, tengo en mis manos algunos snacks que traje de la mini alacena que tiene en el apartamento económico que alquila. Él trabaja mucho en un bar a pesar de que su familia le pase dinero.

No le gusta ser dependiente al igual que yo.

Está sin camiseta porque me la dio a mi, su piel lechosa resalta sus abdominales marcados. Me pidió que me pusiera la camiseta oscura porque le gustaría verme con ella. No pude negarme, tiene su delicioso olor impregnado en ella. Aroma a colonia de océano.

Río al ver sus rizos oscuros despeinados, se ve tan aniñado. En realidad, su rostro es como el de un bebe. Un bebe grandulón que bebió esteroides.

—Ven aquí...

Abre las piernas indicando que me sitúe entre medio de ellas, asiento risueña, gateando en la cama y finalmente recostándome contra su pecho desnudo. Jiseo envuelve sus brazos en mi estómago, trazando pequeños círculos con los pulgares.

Nunca me agradó que me toquen el estómago pero él no es como los hombres que tiran comentarios innecesarios, decido relajarme.

—¿Qué película es? —Pregunto con clara intriga.

Observo hacía arriba para ver su rostro y noto el destello burlón de sus ojos y como las comisuras de sus labios intentan ocultar una sonrisa. ¿Qué está tramando?

—Sorpresa...

—¿Qué? Vamos no es muy difícil decir sobre que trata.

—Shh ya va empezar. —Ríe y lo miro molesta.

Comenzaba a ponerme ansiosa necesito abrir unas papas, él las quita de mis manos y exclamo del enojo.

—Eso no te dejará ver la película, podemos comer luego...

Bufo cruzándome de brazos y llevo mi atención a la película, espero que no sea de romance porque le pegaría. A ver que es lo que tanto quiere mostrarme, el suspenso me tiene nerviosa.

No pasan ni cinco minutos de la película que ya se muestra una escena caliente. Abro y cierro la boca como un pez sin saber que decir.

—¿Porque pusiste una película erótica? —Jiseo comienza a carcajear.

𝑇𝑟𝑖𝑝𝑙𝑒 𝑂 | 𝚁𝙴𝚃𝚁𝙾𝚄𝚅𝙰𝙸𝙻𝙻𝙴𝚂 𝙸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora