𝑇𝑟𝑖𝑝𝑙𝑒 𝑂 | 𝚁𝙴𝚃𝚁𝙾𝚄𝚅𝙰𝙸𝙻𝙻𝙴𝚂 𝙸

15.𝐵𝑜𝑟𝑟𝑎𝑐ℎ𝑜 𝑛𝑜 𝑡𝑎𝑛 𝑏𝑜𝑟𝑟𝑎𝑐ℎ𝑜

Dos semanas, dos semanas desde que Taehyun se fue y desde que Jiseo me dijo que tiene novio. Extraño mucho a mi mejor amigo y necesito hablar con él. Extraño ver su rostro molesto.

La universidad no fue tan mal como pensé que lo sería, bueno, en lo que se refiere a ricitos. Por otro lado, mis ventas incrementaron siendo una gran ventaja para distraerme de lo que sucedió. Aunque él susodicho, intentó hablar conmigo en varias ocasiones, generando que nuestros compañeros hablen entre ellos sobre que nos alejó.

Quizá estuvimos muy cerca porque en este momento nos ven con curiosidad.

Que desesperación...debería buscar una amiga y pronto, o un psicólogo porque necesito liberar mi estrés y mal de amores. Si es con una botella de vino blanco mejor. La señora Jong se molestará si la visitó todos los días. Más cuando Seok va a visitarla...

Lo bueno de tener pedidos es que la música me concentra en mi tarea, ocasionando que comience a bailar o cante desafinadamente mientras preparo mis postres.

—Listo la bandeja de roll de canela, queda la de budín de banana y ya termino.

Me quito los guantes que me cuidan de no quemarme en el horno al quitar las bandejas, ya hasta hablo sola en voz alta, creo que tengo que hacer lo mismo que Taehyun e irme de vacaciones con mis padres a Busan. Lástima que las playas serán totalmente abandonadas en los próximos meses.

El timbre llama mi atención por la hora que es.

¿Quién vendría a mi departamento a las siete de la noche?

Rezo mentalmente para que no se trate de Jiseo, él dejó de insistir sobre tener una relación abierta. Sin embargo, ya no se sienta conmigo en nuestras clases, está lejos evitando a todos.

—¿Quién es?

No creo que Seok haya dejado ingresar a un desconocido...

—Yo Bella...soy Jin Ho.

¿Jin? ¿Qué mierda hacia él aquí?

Abro la puerta y lo primero que veo es su rostro demacrado, un fuerte olor a alcohol proviene de él dándome náuseas.

—Jin Ho. ¿Qué haces aquí? —Él se tambalea y lo sostengo—. Estás borracho...

Reuniendo todas mis fuerzas trato de meterlo en mi departamento, a pasos lentos lo llevo hasta el sillón de la sala y lo recuesto en este, me doy media vuelta y camino por la entrada del apartamento, cerrando la puerta.

—Perdón, perdón Bella. —está a punto de llorar— Yo no quería que esto pasara.

Tomo una silla y me siento frente a él. Viro los ojos, genial ahora debo lidiar con un ex ebrio.

—Tranquilo, estás borracho no llores...

Me toma de las manos y se arrodilla lo miro alarmada por su acción. ¿Porqué lo hace?

—Yo quería estar contigo Bella —hipó—. Toda mi vida, pensé que me serías infiel con otros hombres aquí en Seúl...

Lo observo desorientada. ¿Serle infiel? ¡Demonios no! Yo no soy ese tipo de persona.

Bueno, no físicamente pero mentalmente si.

—Eres muy hermosa... vine a pedirte disculpas por desconfiar de ti, soy un cobarde Bella. No quiero que me odies toda tu vida...

¿Desde cuándo todos los hombres piensan que los vamos a odiar? Pongo los ojos en blanco nuevamente, hay cosas realmente terribles y peores por el que debería odiar a uno.

—Espera Jin Ho, ya estás divagando. Nunca te odiaría, si, no voy a negar que me dolió y molestó lo que hiciste pero lo supere. Está todo bien entre nosotros, ahora tengo otros problemas...