Mi día empezó con el pie izquierdo, desperté por el tono de llamada de Jin Ho preguntando si estaré libre en la tarde para que hablemos en nuestra cafetería "favorita" entre comillas porque si. No se trataba de algo favorable.
Hablar.
¿Saben lo que significa hablar en una relación?
S-E-P-A-R-A-R-S-E.
Tal vez estoy exagerando, aunque, juntarnos a charlar luego de varios meses o hasta se podría decir un año no suena muy bien. De todos modos...
¿Porqué esa cafetería? Reunirnos en mi domicilio se ve como mejor opción pero no, tuvo que elegir la cafetería donde nos vemos para discutir. O discutía yo por la falta de afecto de su parte.
En una de dichas ocasiones, totalmente irritada le recalque en voz alta que él ya no me veía como antes y que no me deseaba. Jin Ho enrojecido, me saco del lugar a rastras pidiendo que vayamos a mi departamento. El reclamo que le hice le tomo por sorpresa y me explico de la mejor manera que su deseo por mi no bajo en ningún momento. El sexo de reconciliación es genial, completamente caliente y furioso. No espero a que se cierren las puertas del ascensor para besarme profundamente.
Sólo que eso sucedió hace seis meses. Tengo todo fríamente y tristemente calculado.
Volviendo a mí día, mi compañero de clase no asistió a la universidad. Me convertí en la amiga de Jiseo, ganando su completa confianza en el transcurso de las clases que compartimos. Conozco muchas cosas de él, el Taekwondo y el dibujo son otras de sus cualidades. Es otro nativo de Busan, no se como no lo supe antes por el satoori que lleva, definitivamente mi compañero es un hombre apuesto y divertido si te otorga el placer de conocerlo.
El profesor de montaje desaprobó mí proyecto explicándome los errores que cometí y mi dificultad para editar los vídeos, mi animo decayó horriblemente. La cereza del postre fue salir de la universidad y sentir las primeras gotas de la gigante tormenta que se avecinaba, la mujer que da el pronóstico del clima nunca nombro acerca de una posible lluvia.
Y eso llevó a que en este momento ingrese a la cafetería totalmente empapada aguardando ver a mi novio. Recorro con mis ojos el pequeño local, la decoración de flores de las pequeñas mesas me marea, el amarillo patito en las paredes no ayuda en absoluto, suspiro al notar que llegue antes que él. Me acerco a la joven chica que atiende en el mostrador, su vista se dirige a mi cuerpo un tanto espantada.
—¡Señorita está mojada!
¿Oh enserio? ¡No me había dado cuenta! No puedo decirle eso, mi ironía tiene una necesidad de aparecer pero no deseo ser echada antes de ver a Jin Ho. Mi rostro serio es más que suficiente.
—Si, la tormenta me tomó por sorpresa.
Me distraigo observando el menú, la porción de pastel de chocolate con fresas se ve tan apetitoso y por supuesto que acompañada de un té se vería mucho mejor.
—Quiero una porción del pastel de chocolate con fresas y un té de hierbas, gracias.
Ella asiente escribiendo el pedido en la máquina, le entrego el dinero antes de que lo solicite. Sólo deseo sentarme y calentar mi cuerpo.
—Puede sentarse en la mesa del fondo, la calefacción secara su ropa —sonríe mostrando dos hoyuelos en su rostro —. En un momento irá el chico con su pedido, muchas gracias.
Asiento sonriendo, la primer sonrisa que tuve en el día. Ahora me siento mal por verla de aquella manera.
Me doy vuelta caminando hacia la mesa del fondo, respiro profundamente y me abrazo el cuerpo con los brazos por el calor que desprende la zona.
Estaba en lo cierto, la calefacción en la última mesa da con más ímpetu, empujo una de las sillas para sentarme en ella. Desde aquí puedo observar la lluvia a través de la ventana, a las personas corriendo con sus paraguas y entre ellos a niños.
Tuerzo mi boca viéndolos, me desconcierta creer que los padres dejen que vayan solos a la escuela desde una temprana edad. Mi madre me comentó que se trata de un buen aprendizaje por el hecho de volverse independientes. Son una minoría los padres negados a ello, los llevan de todos modos hasta que terminen sus estudios, aún así, los niños les piden ir solos queriendo hacer lo mismo que sus compañeros.
Yo no podría dejar que mis hijos viajen solos a la escuela.
Noto el ruido de la silla moverse, quitándome de la reflexión que se formó en mí cabeza. Miro a la persona frente a mi, ya veo, no soy la única que luchó contra la lluvia.
—Discúlpame por llegar tarde, tuve que esperar un taxi, dos en realidad, el primero no quiso traerme al verme mojado.
Lo comprendo, el clima no se veía a nuestro favor.
—Esta bien, lo bueno es que llegaste. Hace mucho tiempo no venimos a este lugar –le sonrío pero llego a notar su sonrisa forzada.
—Lo siento Bella, no estaré mucho tiempo.
Mi sonrisa desaparece. No, tiene que ser una broma. Tantos meses sin verlo o charlar más de una hora por teléfono, no me gusta sonar dramática.
Sin embargo. ¿Qué persona se sentiría feliz luego de que su novio al que no ve por mucho tiempo le diga que se quedará con ella por minutos?—¿Lo dices de verdad, Jin Ho? Perdón, no puedo entender que sólo nos veamos para charlar brevemente, hubiéramos hablado por teléfono. —Él se ve cohibido.
El mesero llega con mi pedido y guardamos silencio esperando que se aleje para retomar la conversación. Observo la porción de pastel disgustada, mi estómago se cerró como un puño, no se si podré digerirla.
—Lo se, se que soy un idiota pero lo que quiero decirte no puede ser hablado por mensaje o llamada —murmuró y me dolió—. Quiero tener un tiempo.
Tiempo...mi pesadilla se convirtió en realidad. Lo observo tratando de ocultar mis enormes ganas de llorar, asiento con mi cabeza con un falso gesto inexpresivo.
—Me repetiste en varias ocasiones el dolor que sientes por no poder vernos, la distancia de Busan a Seúl nos separó cada vez más y sinceramente creí que todo iría de otra forma —toma un descanso antes de seguir—. El trabajo y la danza me consumen, Bella, es la mejor opción para nosotros.
—¿Opción? ¿Esa es tu respuesta? Mira, se que tu carrera es muy difícil, la mía también. Sin embargo, sólo te pedí que hablaras conmigo por teléfono, con eso me bastaba.
Se aproxima en la mesa tomando mis manos temblorosas. No me siento muy bien.
—Se que piensas lo que mismo que yo, Bella. La relación que tenemos ya no es lo misma que antes. Podremos resolver nuestras dudas gracias a esto.
Alejo mis manos de él y las paso por mi cabello húmedo. Se que nuestra relación no es nada comparada a la que tuvimos en la adolescencia, pienso, pienso que es lo mejor. El problema que tenemos será resuelto.
Suspiro antes de hablar.
—Esta bien, entiendo tu propuesta y quiero lo mejor para ti como también para mi —observo las gotas que decoran la ventana para darme el valor de seguir hablando—. Pienso que es una nueva etapa que debemos enfrentar como pareja y superarla mutuamente.
Muestro una sonrisa que no llega a mis ojos, presentí que esto sucedería y, vivirlo es aún más abrumador. Él se incorpora de la silla colocándose a mi lado, repito su acción y me envuelve entre sus brazos, no me suelta hasta buscar mis labios, hallándolos en el camino y besándolos sin importarle que tengamos publico. Ya no es igual, su sabor tiene gusto a despedida.
—Tengo que irme Bella. Mañana debo ir a trabajar —acaricia mi mejilla mirándome de costado.
El frio me consume cuando me suelta, lo observo caminar hacia la puerta un tanto apurado, otorgándome una última mirada.
¿Ya está? ¿Eso es todo? Creo que no duro ni un minuto nuestra reunión.
Pienso en el supuesto caso de que Jin Ho se de media vuelta y me aclare que es una broma del mal gusto. Como aquellos juegos que teníamos antes, pero no, él no regresa y lo único que queda conmigo es la porción de pastel y un té frío. Frio como las lágrimas que caen nublando mis ojos.
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𝑇𝑟𝑖𝑝𝑙𝑒 𝑂 | 𝚁𝙴𝚃𝚁𝙾𝚄𝚅𝙰𝙸𝙻𝙻𝙴𝚂 𝙸
Romance《𝑇𝑟𝑒𝑠 ℎ𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒𝑠, 𝑡𝑟𝑒𝑠 𝑜𝑟𝑔𝑎𝑠𝑚𝑜𝑠, 𝑡𝑟𝑒𝑠 𝑝𝑙𝑎𝑐𝑒𝑟𝑒𝑠 𝑑𝑖𝑓𝑒𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒𝑠...》 Desesperada por la falta de afecto de su novio, Bella Lambert comienza a tener pensamientos un tanto lujuriosos hacia dos hombres que conoce en el...