El club de música se había convertido en algo interesante. Era lo único que pensaba mientras veía al dúo dinámico cantando terrible, la loca de los piercings y la chica detestable se encontraban tratando de imitar a Cher para un concurso de imitaciones en un club del pueblo, para ser un pueblo pequeño tenía sus pasatiempos entretenidos, aunque la gente del pueblo afirmaba que casi en ningún lado de allí había cosas novedosas, de última generación como computadoras en venta o celulares, además de que la recepción de todo siempre era mala
- Espero que los del club de dibujo al lado piensen que estamos ensayando cantar metal pesado casi pareciendo tortura, porque no tenemos explicación a esos gritos-
Dijo Alex sentándose a un lado mío, había estado escribiendo algo junto con Seth
- Alex, no todos tenemos voces "angelicales" como la tuya, además de que no quieres ser vocalista, sólo cuentan con ellas entonces-
Le respondí sin mirarlo, había aprovechado que nadie miraba para pintarme las uñas con un esmalte negro que me había regalado Serena. Alex me dio su mano, y me hizo una seña de que pintara sus uñas también. Empecé a hacerlo con un gesto incrédulo.
- Deberías dejar de usar sólo negro o blanco, hay muchos colores ¿sabías?-
Me dijo en tono de burla
- El color negro combina con todo, el blanco igual, es evitar preocupaciones y perdidas de tiempo haciendo combinaciones imposibles de ropa, además el rosa me gusta también, pero me hace ver pálida-
Le dije y solo soltó una risa falsa
- Eso significa "Soy perezosa"-
Me enojé y traté de ignorarlo, ¿Por qué criticaba mi ropa? ¿Acaso no se veía él? Siempre camisas a cuadros, sobre sus camisas de bandas y sus zapatillas converse viejas y rotas que parecían sacadas de una lavadora descompuesta tras dejarlas tres horas ahí, definitivamente las palabras "hippie, rockero greñudo, apestoso" que repetía siempre Moka refiriéndose a él le hacían honor, excepto lo de apestoso, olía a libros viejos y vainilla con café.
- Deberías dejar de juzgar mi ropa y mirar la que te pones cuando estamos en casa-
Le dije y se rió
- ¿Acaso me analizas? Nadie me va a ver, ¿Qué gano vistiendo bien?-
Dijo aún riéndose, en cierto punto tenía razón, rara vez salíamos de casa, supongo que en parte también era uno de mis motivos para no esforzarme demasiado.
Terminó la clase y mi esmalte de uñas había secado, me había faltado la uña del dedo anular, pero luego vería eso. Tomé mi mochila y salí del salón. Iba caminando por el pasillo a mi salón cuando vi por la ventana a todos salir al pasillo. Todos salían, incluso maestros, sentí un terrible presentimiento. Corrí hasta la salida y fui a donde todos, buscaba rostros conocidos y vi a Serena con mi grupo entero.
-Serena ¿Qué pasó?-
Le dije mientras tomaba aire por correr hasta allí
- En el pueblo, unas personas quemaron un local muy grande. Dicen que es un acto terrorista o peor, piensan que fueron los de la vez pasada-
Dijo Serena preocupada, no podía creer que ellos hubieran hecho eso
- Quiero llamar a mis padres y saber si no estuvieron cerca, pero la única persona que tiene teléfono es la directora y no nos informa nada-
Me dijo y parecía que iba a llorar, sólo la abracé y traté de calmarla. La secta se había presentado de formas cada vez peores, pero ¿Por qué en ese momento y no antes? Según el circulo, tenía años de existencia esa secta y nunca había hecho actos de presencia de ese tipo, ni se habían expuesto así
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El Círculo de Fuego.
Romance"La vida toda es una gran cadena cuya naturaleza se manifiesta a la sola vista de un eslabón aislado"-. Arthur Conan Doyle.