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Apenas empezaba el mes y ya toda la escuela estaba poniendo decoraciones de Halloween. Todo el día tanto mi grupo como los maestros y demás estudiantes habían estado decorando gran parte de la escuela, ya que habría actividades por las fechas antes de darnos las vacaciones por las festividades.

- Todos los años la escuela hace concursos y fiestas de disfraces, como eres nueva te va a tocar por primera vez-

Me dijo Serena mientras poníamos decoraciones en la puerta de nuestro salón

- No lo sé, las fiestas no son lo mío, tu tienes muchos amigos pero yo no-

- Tienes a tus primos, amigos o conocidos que nadie sabe que realmente no son tus primos-

Me dijo Serena, se sentía incómodo que todos los creyeran mis primos cuando eran lo más alejado a eso, pero me daba gracia en cierto modo. Ninguno de nosotros era parecido físicamente y aún así creían que éramos familia.

- Ellos no cuentan, además también tienen amigos, supongo que me quedaré sola y por eso prefiero no asistir-

Era hora del descanso, al fin podía comer, se me había hecho tarde en la mañana y no había comido nada. Soy de esas personas que el hambre les provoca tanto mal humor que parecen prender fuego a algo.

Entonces desde atrás de mí alguien cubrió mis ojos, odiaba que me hicieran eso a más no poder, no saber quién carajo me cubre los ojos, no saber si golpear o no

- Serena, ¿Quién es?-

Le pregunté esperando a que me dijera para soltar los golpes correspondientes.

- Es tu príncipe, yo me voy a seguir decorando-

Dijo y se empezó a reír, desde hacía tiempo me molestaba con Alexander, detrás de mí lo escuchaba reír

- ¿Puedes ya dejarme?-

Le dije y destapó mis ojos, entonces me di vuelta para golpearlo y sólo se empezó a reír de mí.

- ¡No hagas eso, Alexander! ¡Sabes que lo odio!-

- ¡Perdón! Es que me da risa cómo te pones cuando hago eso, andas siempre pensando en quién sabe qué, tu mente camina en la luna diariamente-

- ¿Sabes? Realmente me fascina la luna, me encanta, así que no la ofendas-

Dije y volví a golpearlo, pero me di cuenta de que tenía un rasguño muy largo en la cara.

- ¿Qué te hiciste, idiota?-

- No es nada, un imbécil dijo algo y al final terminó mal la situación-

Le di un pellizco fuerte en el brazo, sólo soltó un quejido y se hizo a un lado

- No vuelvas a hacer eso, ¿Sabes lo molesta que se pondría Rina si supiera que peleas en la escuela?-

- No entiendes, valió la pena pegarle, a mi sólo me rasguñó la cara, yo a él le partí la cara, por hablador-

- ¿Puedes decirme cómo empezó todo?-

- Kitty chismosa-

Me dijo molesto y alguien lo llamó desde su salón, giró y se fue. Sólo solté un suspiro largo, él se me hacía incomprensible. Entonces me puse a comer mientras Serena me contaba que iba a ir a la fiesta escolar vestida de conejo o de Alicia, de "Alicia en el país de las maravillas".

Seguíamos decorando y entonces dio la hora de salida, todos estaban hablando sobre la fiesta de disfraces y no entendía la emoción. A veces ese tipo de cosas me dejaban indiferente, pues me sentía un tanto extraña por no entender lo que a otros se les hacía emocionante.

El Círculo de Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora