Capítulo 11: Como niños

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Aylen

La cafetería está a más no poder de personas y como siempre los adolescentes se hacen notar.

Me dueles los dedos por tanto moverme de un lado a otro, además, los zapatos no ayudan en nada. Pero en cierta parte me gusta estar aquí, es agradable tener algunas cortas conversaciones con los clientes, los chicos también pasan por aquí cada que tienen la oportunidad.

Ellie también consiguió un trabajo, en una biblioteca cerquita de aquí, así cuando alguna termine primero su turno pasa a buscar a la otra e irnos juntas.

—Audrey —llamo a la pelinegra, ella levanta su cabeza —. Mañana iremos a la casa de un amigo a pasar el rato. ¿Te animas a ir? Así te presento a los demás formalmente.

Muerde su labio y retira el flequillo de su delicado rostro.

—No lo sé... mis padres tienen una cena importante o algo así en un restaurante —hace una mueca mientras retuerce sus dedos —. Pero me puedes enviar la dirección, a ver si busco la manera de no tener que asistir.

—¿Tienes problemas con tus padres?

—No, me llevo bien con ellos, es solo que estarán unos amigos suyos y la verdad no me apetece mucho escuchar conversaciones de adultos que no voy a entender.

Le doy una sonrisa comprensible, yo pasé por lo mismo, cuando mi padre nos llevaba a cenas o galas y tenía que estar a su lado mientras hablaba con otras personas sobre el negocio. En eso no entendía ni mierda, pero a mí me gustaba estar al lado de mi padre en todo momento.

—Créeme, sé de eso.

Camina hacia mí y se recuesta de la pared a mi lado, por ahora Zack y Cameron se encargan de la cafetería mientras nosotras tomamos un descanso, sé que no falta mucho antes de que alguno de ellos venga por nosotras.

—¿Te puedo hacer una pregunta, Aylen?

Volteo a verla, notando que su mirada esta clava en el suelo.

—Claro que puedes.

—Uhm... ¿Cameron siempre ha sido así?

—¿Así cómo?

—Todo serio y... serio al fin.

Sacudo la cabeza, recordando la personalidad chispeante de mi amigo.

—No. Ha pasado muchas cosas, cosas que han hecho que cambie aunque no quiera —pensar en que Stacy, su exnovia, es la causante de casi todo el cambio en mi mejor amigo me llena de enojo, nunca me agradó y nuca busqué alguna plática o amistad con ella mientras estaban juntos, lo veía innecesario e hipócrita de mi parte.

—¿Cosas muy malas? —parece preocupada.

—Depende desde qué punto lo vemos —me encojo de hombros —. Algunos pensarán que es una ridiculez. Pero solo hay que conocer las razones.

—¿Qué le pasó?

—No puedo revelarlo, no es algo que me compete. Lo siento.

—Oh, no, no, lo entiendo... solo espero que no sea grave.

—¿Te agrada Cameron? —pregunto pícara.

—No, bueno... sí, es como que mi jefe.

—Yo solo digo que es una excelente persona —le doy un suave empujón con mi cadera y ella trata de esconder una sonrisa y el sonrojo en sus mejillas con el cabello —. Por no decir que muy guapo también.

—No, no... espera, ¿ustedes dos..?

—¿Cameron y yo? —me carcajeo de solo imaginármelo — ¡Por Dios, no! Lo amo, pero solo como a un amigo o hermano, él ha estado para mí desde que nos conocimos cuando éramos pequeños, nunca nos hemos separado, así que tranquila, tienes vía libre.

Conquistándolo [Libro 1 & 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora