Aylen
Frente a mí se despliega un hermoso jardín repleto de flores de todas formas y colores.
Es hermoso.
Seguro que Vero chillaría si viera este lugar.
A mi lado una Hazel camina despreocupadamente con las manos dentro de los bolsillos de su chaqueta.
Ambas vinimos a ver a Audrey, desde ayer no he sabido nada de ella y me preocupa mucho y, a juzgar por el rostro de Hazel cuando le conté, sé que está en las mismas que yo.
Nos detenemos frente a una puerta color caoba y es ella quien levanta su mano y toca varias veces el timbre de la casa.
—¿Crees que en verdad esté enferma o está así por lo de el otro día? —susurra la peliazul.
—No lo sé, pero lo averiguaremos ahora mismo.
La puerta se abre y frente a nosotras aparece un chico idéntico a Audrey; cabello azabache y ojos marrones. Es Jake, su hermano menor de dieciséis años.
—Hola, Jake —saludo al ver que se nos queda observando fijamente mientras mastica chicle.
—No voy a preguntar cómo sabes mi nombre porque es obvio que mi hermana les dijo —dice haciéndose a un lado —. Está arriba, pasillo derecho, puerta blanca a la izquierda.
Le muestro una sonrisa de agradecimiento y entramos.
—Gracias, niño —le dice Hazel.
Jake frunce su ceño caminando a su lado.
—Como mínimo tengo dos años menor que tú —se queja arrugando su nariz, haciendo que el piercing que lleva ahí se mueva con el gesto.
—Tengo diecisiete, pero es que igual tú tienes cara de bebé —apretuja su mejilla, poniéndose de puntillas.
Pellizco su costado para que deje de fastidiar al pobre chico.
—Ya déjalo en paz, Hazel.
Alza sus manos en señal de rendición.
—Bueno, ya, yo solía quería molestarlo un poco.
Jake y yo rodamos los ojos a la vez.
—Ven —entrelazo mi brazo con el suyo para tirar de ella hacia las escaleras.
Solo cuando estamos lejos de él, la dejo libre recordando que odia el contacto con las personas.
—Es guapo.
La miro sobre mi hombro, solo para encontrar esa sonrisa ladeada en sus labios.
—¿Quién?
—Pues Jake, tonta. ¿Quién más?
—Por Dios —sacudo la cabeza, evitando reír. Seguro que esta es una de sus bromas —. Estás loca.
—No me digas que es por mi edad —chasquea la lengua y baja más el tono de su voz —. A ver, solo le llevo un año. Eso no es nada, ¿verdad?
Me detengo.
—¿Hablas en serio?
Sacude su cabeza y se ríe.
—Te estoy jodiendo, Aylen.
Blanqueo nuevamente mis ojos y sigo por el pasillo que Jake nos dijo.
No me atrevería a juzgarla, es su vida y su decisión qué hacer con ella y con quién estar. Eso siempre y cuando su amistad con Audrey no se vea comprometida, claro, si es que de verdad lo que sugirió es una broma.

ESTÁS LEYENDO
Conquistándolo [Libro 1 & 2]
RomanceImagínate que vas por la calle y un auto está a punto de atropellar a un pequeño cachorro, discutes con el chico por ser tan imprudente y terminan insultándose. ¿Todo bien, no? Pues no para Aylen Smith. Su vida es tranquila y no tiene ningún probl...