Conquistándolo [Libro 1 & 2]

Capítulo 7: Guía turística

Aylen

La cafetería está llena de personas, en su mayoría adolescentes.

Hoy comencé a trabajar junto a Cameron, estaré aquí tres veces a la semana y los sábados también por el verano completo. No soy una genio en esto de ser rápida a la hora de anotar y entregar los pedidos, pero tampoco voy mal. Ni siquiera he derramado algún batido.

Cameron no lo dice, pero sé que le hago esto mucho más llevadero con mi presencia ya que con los otros dos empleados no lleva buena relación, o no lo intenta. Con mi amigo nunca se sabe. Ambos me caen bien, está Audrey, una chica un poco tímida y callada de pelo súper largo y flequillo y unos ojos marrones, casi negros. Al igual que yo, es nueva trabajando aquí, compartíamos una sola clase en el instituto y es hasta ahora que tuvimos la oportunidad de conversar. Y por último está Zack, ojos azules y cabello rubio teñido, es medio... enojón, lo primero que dijo Cameron es que no trate de buscar alguna conversación con él si no quiero terminar ignorada.

Este será mi verano más entretenido, supongo.

Como soy nueva en esto, Audrey me ayuda un poco al entregar los pedidos, no queremos un accidente en mi primer día.

No sabía que este lugar se llenaba tanto, este verano han llegado más personas que el año pasado, las cabañas que están alrededor del lago ya han sido ocupadas por los turistas, tengo un buen presentimiento este año.

La campanilla suena cuando abren la puerta, por ella entran Ellie, Ana y Levi, buscan una mesa vacía y cuando la encuentran la pelinegra me hace señas para que me acerque.

Y eso hago luego de tomar mi libreta.

-Buenas tardes, ¿qué desean pedir? -pregunto sería, pero por dentro me muero de la risa.

Levi es el primero en hablar.

-¿Qué me recomienda?

-No podría decírselo con exactitud, ahí tiene usted el menú -lo señalo en la mesa, aplano mis labios para no sonreír -. Pero, tenemos un pastel de coco recién hecho, ¿le gusta la idea?

Se lo piensa unos segundos y luego asiente.

-Sí, tres rebanadas para cada uno. No, mejor que sean cuatro, le regalaré uno a usted por ser tan hermosa.

Ahí sí que no pude aguantar la risa que sale de mi boca, ellos tampoco pueden y terminan riendo conmigo en el proceso, en serio, amo a mi grupo de amigos.

-Me gustaría, Levi, pero no puedo darme ese lujo mientras trabajo -le respondo luego del ataque de risa.

Es difícil para mí ver cómo preparan toda clase de delicia y no poder comer ni una migaja solo porque estoy de turno. Que tortura.

-Bah, Cameron debería de hacer la excepción al menos contigo -se queja Ellie.

-No sería justo para los demás -retiro un mechón de cabello de mi frente, tener el cabello tan corto hace que no todos los mechones se recojan bien -. Pero ya, ¿qué más van a querer?

-Tres batidos, uno de fresa para mí, uno de vainilla para Levi y... ¿qué sabor quieres tú, Ana? -le pregunta volteando hacia ella.