La historia de Gustavo

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Estaba Roberto a los gritos hasta que entraron los doctores y le pidieron que salga, Tavella y Alvin al escuchar al vocalista, fueron hacia el lugar, vieron desde afuera lo que estaba pasando en la habitación ya que la puerta estaba abierta y vieron como a Gustavo lo estaban reviviendo con electricidad con el desfibrilador, haciendo que Gustavo se mueva de arriba hacia abajo, hasta que la puerta fue cerrada por uno de los doctores, desde afuera se escuchaba como contaban para dar la orden para usar el aparato.

 —Vamos Topo por favor. —dijo el batero llorando y Roberto aferrado a Tavella.

Pasando unos minutos y no escucharon más a los doctores y los tres se quedaron paralizados, salió Rosa de la habitación, Roberto con miedo se dirigió hacia ella.

—Rosa, por favor decime que Topo está bien. —dijo con la voz rota.

—Tranquilos, Gustavo está bien. —los tres festejaron.

—Vamos carajo. —dijo Alvin cerrando el puño.

—¡PAPÁ! —Roberto se voltea y ve a Fede yendo hacia él, se puso feliz y la abrazó.

—Fede. 

—Te dije que la iba a traer

 —Gracias, te debo una. —le dijo abrazandolo. 

—No me debes nada boludo, sabes que Fede es como mi sobrina.

 —¿Y papá Topo?, ¿está bien?

 —Si esta bien, tranquila. —Roberto miró a Marrero y le hace señas de llamarlo.

—¿Estás bien? —le preguntó a Fede.

—Si tío Tave, pero estoy preocupada por papá Topo.

—Así que papá Topo, o sea que él es superior a nosotros. —dijo Alvin haciéndose el enojado, Fede le respondió con un abrazo.

 —Yo los quiero a todos, pero Topo es el más importante para mí, junto a mi papá obvio.

—No me jodas Rober. —dijo agarrándose la cara.

—Casi el que se muere soy yo.

—Papá, ¿puedo ver a papá Topo?

—Ahora no Fede, luego, vamos a sentarnos.

De los doctores que había estaba María filtrada vestida de doctora con un barbijo y vió como todos se sentaron.

—Oye Rober, ya sabemos lo que le hizo María a Topo. —María al escuchar su nombre se asoma más a ellos con el cuidado de no ser vista—. Pero ¿vos sabés la historia de ellos? —preguntó Marrero

 —Sí —agacha la cabeza—, claro que lo sé, es muy fuerte y horrible.

—¿La podes contar?, ¿o Topo no te deja?

—Alvin, ¿llevas a Fede a mi casa?, Laura debe estar preocupada por ella.

—Si claro, ¿vamos Fede?

—No, quiero escuchar la historia.

—Fede, esto no va hacer una historia para niños, por favor anda con Alvin, que tu mamá debe estar preocupada.

—Esta bien, pero más tarde quiero volver acá para ver a papá Topo.

—No, luego te vas a acostar, que mañana vas a la escuela.

—Mañana es sábado.

—Es verdad, bueno mañana venis con tu mamá, que quiero que descanses, ya que hoy fue un día duro para todos.

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