La decisión de Marrero

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Entraron los camilleros al hospital llevando al herido, con Roberto corriendo atrás de ellos y gritando ¡TOPO!, a la vez que Tavella lo sostiene para detenerlo, los camilleros entraron a Gustavo a la habitación, cerraron la puerta y Roberto empezó a golpear la puerta con sus puños que estaban lastimados por los golpes que le había dado a la calle, paró de golpear y se cae de rodillas al piso.

—Roberto. —dijo Tavella agarrando al vocalista—. Veni, tranquilo, —lo levantó pero Roberto empezó a patalear como si fuera un niño caprichoso— ¡YA ROBERTO! —se da vuelta y abraza a Tavella—. Ya, ya, Topo estará bien.

 —Mi hija, no pude hacer nada, por Topo ni por Fede.

—¿Qué ibas a poder hacer?, aparte que ese tipo tenía un arma.

En el pasillo Marrero golpea la pared varias veces con el puño de costado, Alvin lo mira y va desesperado hacia él.

—Santi espera, te estas lastimando la mano pelotudo. —le agarra la mano que estaba golpeando la pared.

—Desgraciado. —dijo con dolor y bronca.

—Tampoco para que me llames así.

—A vos no, al imbécil de mi tío, lo voy a matar, sabía que no tenía que involucrarlos a ustedes. —viene Tavella que sentó a Roberto—. Esto lo tengo que solucionar yo. —Marrero mira al de rulos que está llorando desconsoladamente y va hacia él.

—¿Cómo le diré esto a Laura?, esté tipo toco lo que más amo en la vida. —Roberto grita con un dolor inmenso.

 —Rober. —el joven se agacha y lo abraza, Tavella y Alvin se miran mientras lloran— .Roberto mírame. —le agarra la cara y Roberto lo mira—. Yo te la voy a traer te lo juro.

—¿Qué decís Santi?, ¿Qué vas a poder hacer vos?, está la policía. —dijo Alvin.

—¿Qué policía, Alvin?, ¿qué policía?, ya dije que mi tío tiene poder en la ley, es inútil. 

—Pero con las pruebas que tenemos en el pendrive, tal vez no tenga tanto poder. —dijo Tavella.

—No lo sé. —saca el pendrive del bolsillo—. Toma Tave, dáselo a Rosa por favor. —le pidió el de gorra.  

—Pero, ¿qué vas hacer vos?

—Lo que sea para recuperar a Fede, mi tío me va a escuchar, cuiden a Rober. —se va del hospital. 

En el sótano de la casa de Luis, está María con Fede que está tirada en el suelo llorando abrazando el peluche que le había comprado Gustavo.

—¿Te llamas Fede?, ¿no? —la niña no le responde—. Yo me llamo María, no te voy hacer nada malo. —le acaricia la cabeza— ¿Y ese peluche?

—Me lo compró mi papá Topo.

—¿Por qué le decís papá a Gustavo?, si tu padre es Roberto.

—Topo es muy importante para mí, siempre estuvo conmigo, me da paz cuando la necesito, hace lo que sea para verme feliz. —María llora al escuchar hablar así a Fede de Gustavo y recordando que él era así con ella— ¿Por qué lloras? —le preguntó Fede al verla llorar.

 —Es que Gustavo también fue así conmigo.

—¿Lo conoces?

—Sí, fue mi pareja hace años, pero por mi culpa terminamos, hice cosas malas y él se alejó de mí.

—¿Qué cosas malas le hiciste a mi papá Topo? 

 —Cosas que él no merecía, ya no importa. 

—Sí que importa, a mi papá Topo nadie lo lastima, aunque ese hombre malo le disparó, que no se llegue a morir o me muero yo.

Marrero llegó a su casa ve la puerta abierta y entra, el tío saliendo del baño lo ve.

—Sobrino por fin viniste, veni sentate. —Marrero va corriendo furioso hacia su tío y lo agarra de la camiseta y lo estampa contra la pared.

—¿¡Dónde está Fede!?, ¡habla hijo de puta! —el tío no habla, así que le pega una trompada— ¿¡vas hablar!? —el tío solo se ríe—¿¡de qué te reís!? —le vuelve a pegar una trompada.

—Te voy a demandar por esto.—se ríe y Marrero le pega un rodillazo en el estómago que lo hace caer al suelo.

—¿¡Qué me vas a demandar vos!?, ¡PEDAZO DE SORETE!, ¿¡dónde está Fede!? —le gritó mirándolo desde arriba a Luis.

—No te voy a decir. —Marrero se agacha.

—Tocaste lo más preciado que tenemos que son Fede y Topo y nunca te lo vamos a perdonar, atacaste a los más vulnerables, sos un cobarde.

—¿Vulnerable Gustavo?, creo que lo subestiman mucho, cuando me pegó en el puente no era vulnerable y Gustavo y esa niña fueron perfectos para lastimar a Roberto, quería venganza hacia él por atacarme en el hospital.

—¿Qué?, por una venganza estúpida secuestraste a una nena y le disparaste a Topo en el pecho que se puede morir. Vos estas enfermo, ¿dónde está Fede?, no voy a parar hasta que me respondas.

—¿Me vas a matar como hiciste con tu padre? —Marrero se enfurece y agarra a Luis de la camiseta.

—¡NO TE VAYAS POR LAS RAMAS Y RESPONDE! 

—Cómo te pones por dos personas que no te tendrían que importar, ya que no son tu familia.

—Topo es como un hermano y Fede como una sobrina, aunque no lleven mi sangre son mi familia y no como vos que si sos mi sangre ¡Y TE ODIO!  —Marrero le pegó una trompada tan fuerte que lo dejó noqueado—. Eso fue por parte de Roberto.

¡TÍO SANTI! —él voltea la cabeza y la ve a Fede y le sonríe, ve salir a María que se puso detrás de la niña y se pone serio.

—Ve con él. —Fede va corriendo a Marrero y lo abraza llorando.

 —Fede, ¿estás bien? —le da un beso en la mejilla.

—Sí y no, por papá Topo, ¿cómo está?

—Va a estar bien, vamos que te llevo con tu papá. —se levanta con Fede en brazos la mira a María—. Gracias.

En el hospital Roberto está con Gustavo mirándolo, hasta que escucha un ruido del monitor holter y ve como la línea del electrocardiograma esta recta.

—No, no, no, Topo, por favor no, ¡TOPO!

Continuará....

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