Amo cada versión de ti

Maromas apasionadas

Jungkook regresó a la cocina donde Jimin ya había calmado el llanto de Minho y quien al verlo lo saludó como sin nada abrazándolo. El pequeño amaba tanto a su padre que no deseaba que lo viera sufrir; quizá pensaba que eso haría más llevaderas las cosas para el mayor y tenía algo de razón. Pero ahora el señor Jeon sabía que su hijo no se sinceraba con él y sí con el profesor lo cuál le dolió un poco. 

Cuando Minho se fue a lavar sus manos, Jungkook se acercó a Jimin -¿Será que aún estamos a tiempo de decirle a Mina que no venga? Le cancelé a Tae, me voy a quedar con mi hijo- 

Sin pensarlo lo abrazó -Gracias- por poner como prioridad al niño -Le mandaré un mensaje- y rápidamente fue por su celular y escribió para avisarle a su amiga. 

Cenaron sin contratiempos y la hora de partir había llegado -Lamento no poder quedarme también con Minho, pero no puedo cancelar en mi trabajo con tan poca anticipación- se lamentó y el otro asintió comprensivo. 

Ya en el centro nocturno, Min-ha se apoderó del escenario como de costumbre dejando atónitos y algo más a los asistentes, entre los cuales pudo reconocer a Taehyung. Supo que había pagado un privado con ella así que decidió recompensarlo por lo que había hecho muy a su estilo -Gracias por traer a Jungkook a mi vida- dijo apenas el otro se vino dejándolo confundido pero satisfecho. 

Taehyung salió y tomó su auto para ir al departamento de Jungkook. A pesar de que eran las tres de la mañana tocó el timbre pues había intentado llamando por teléfono o con mensajes, pero sabía que él ponía su celular en vibrador cuando iba a dormir. El pelinegro despertó, checó la hora en su teléfono y pudo ver el mundo de mensajes y llamadas perdidas de su amigo lo que hizo que se pusiera en pie y fuera corriendo a abrir -¡Tae! ¿Qué sucede? ¿Te pasó algo?- Hizo pasar al otro aún espantado. 

-Calma amigo. Estoy bien... Excelente después de los servicios de Min-ha. Pero estoy aquí porque ¡Jungkook! ¡Ella está enamorada de ti!- sonrió entusiasmado -Ella me dijo que agradecía que te hubiera llevado a ese antro. ¡La dejaste flechada!- 

Abrió los ojos sorprendido y aunque le había gustado la idea no pudo evitar decir -¿No me lo podías haber dicho a una hora más decente?- Su amigo era muy extraño. 

-No, porque después va a haber pasado mi entusiasmo y Min-ha no estará ahí hasta la noche y no podrán hablar a menos que contrates un privado y créeme que no sería bueno desperdiciarlo hablando- miró para todos lados, por supuesto el niño seguiría dormido, si no ya hubiera salido de su habitación -Te estoy diciendo que te cuido a Minho y tú ve y alcánzala. Hablen y algo más si se da la oportunidad- 

-Estás loco Taehyung... Yo...- iba a decirle que estaba en una relación con Jimin, que él le gustaba mucho, pero no podía mentirse a sí mismo, Min-ha también le encantaba -Está bien, iré... pero si se despierta Minho y pregunta por mí, me hablas y regreso inmediatamente- 

-Sí, ya, ya. Traes desayuno cuando regreses- lo despidió dando ligeros empujones. 

Jungkook tomó las llaves de su propio auto y fue rápidamente al lugar el cuál ya estaba cerrado. Iba a desistir cuando vio una cabellera rubia salir por la puerta y aunque ahora vestía jeans, tenis y un suéter negro de cuello alto sabía que era ella -Min-ha hola...- saludó. 

La chica dio un salto y volteó a ver a la persona que le había hablado. De inmediato trató de que no le viera directamente el rostro pues aunque estaba oscuro, seguía maquillada, con los ojos verdes y la peluca, quizá pudiera sospechar al no tener el antifaz -¿Qué haces aquí? Ya está cerrado- 

-Lo sé. Vine porque Taehyung fue a avisarme lo que habías dicho...- la chica bajó la mirada queriendo que se la tragara la tierra. Jamás pensó que le iría con el chisme y menos que la buscara inmediatamente después -Sube al auto. Necesito hablar contigo-