Daylight | Max Verstappen

Capítulo Siete

Domingo 13 de Noviembre de 2022
2:30 PM
Ciudad de México, México.

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—¡Puro pinche Mercedes y no jaladas!– grita Raúl, novio de Daniela, mientras vuelve a repetir el momento en que George Russell sube al primer escalón del podium en Brasil.

Si vuelve a repetir eso, lo mataré.

De todas las carreras en las cuales Max pudo haber tenido un mal lugar, le pasa lo que le pasa cuando yo estoy viendo.

—Te juro Toño que no sé cómo sentirme. Si no es Ferrari, es Red Bull...– dice Jaqui mientras conversa con uno de sus hermanos menores por teléfono. Ambos eran fans de la categoría, pero a diferencia de Jaqui, su hermano era más fan de Red Bull que de Ferrari, y no está de más decir que él no estaba muy bien en este momento.

Salgo de la cocina con rumbo a mi habitación, lugar en donde me estaba refugiando para no tener que convivir con el intruso que estaba sentado en el sillón mientras bebía su tercera cerveza del día. Daniela también está ahí, siendo abrazada con más fuerza de la que supongo es necesaria, cuando volteo a verla tiene esos ojos de alguien que pide ayuda. Estaba a punto de inventarme una excusa para sacarla de ahí, pero el intruso habla antes.

—Danielita, ¿me traes un limón para mí cervecita?

Y Daniela, sin pensarlo dos veces, se levanta hacia la cocina para cumplir con lo que le había pedido, no sin antes dedicarme una mirada de disculpa.

A este punto yo ya estaba cansada de repetirle que su relación era todo menos sana. Cuando Raúl no estaba cercas, Dani es la persona más linda y feliz que puede uno conocer, pero cuando este aparecía, se convertía en todo lo contrario. Bueno, a menos de que estuviera ebria.

Sigo mi camino hacia mi habitación, y cuando ya estoy adentro me encierro en ella.

Este fin de semana estaba yendo de bueno a malo, y de malo a peor.

Había sido fiel a mi promesa de seguir de cerca la categoría, que mejor que empezar con una carrera que se adaptaba a mi huso horario. Había visto la clasificación de la carrera sprint, la sprint y la carrera.

El viernes había sido un día muy movido, la clasificación me había hecho emocionarme demasiado, haciendo que mis expectativas crecieran y crecieran. No había podido evitar el hecho de soltar unas lágrimas viendo a Kevin Magnussen festejando su inesperada primera pole position, Jaqui me había contado porque era especial y la verdad es que estaba demasiado feliz por el, a pesar de no conocerlo.

El sábado había sido, bueno, no tan agradable a comparación del viernes.

El inicio de la carrera sprint había logrado que las emociones del día anterior volvieran, pero cuando vi al pobre Magnussen bajar y bajar de posiciones había estado a punto de llorar.

Luego todo empeoró en la vuelta 15 cuando Max, quien en ese momento lideraba, había perdido la primera posición contra George Russell. Por si fuera poco, unas vueltas después perdería no solo la segunda, sino también la tercera posición, y además, había sufrido daño en su coche, lo cual no le permitía pelear para recuperar esas posiciones.

La verdad es que yo no estaba nada feliz, y luego estaba Jaqui, que su única alegría había sido que Carlos Sainz quedara en tercer lugar, y ni siquiera era alegría completa porque por culpa de una penalización perdería posiciones.

Hoy había sido malísimo, horrible, completamente malo. Desde el inicio hasta el fin me había sentido completamente horrible.

En la primera vuelta, Magnussen había abandonado la carrera, provocando banderas amarillas. En la vuelta 7 se reanudaría la carrera, pero justo después de la recta principal Max y Hamilton tuvieron contacto, provocando que perdieran posiciones y que Max tuviera una penalización de 5 segundos. Además, Charles Leclerc también tendría un contacto con Lando Norris, provocando caos total en la carrera. Lo único rescatable es que los cuatro habían podido seguir en la carrera.