Capitulo Cuarenta y Seis

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+18.

Lunes 29 de Mayo de 2023
Mónaco.
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Melissa.

Mi día parecía montaña rusa. En la mañana estaba tranquila, luego a punto de un ataque de pánico, después feliz, después medio horny, luego nerviosa para después sentirme engentada, para ahora mismo sentirme más que feliz.

Estoy agotada de mi misma y mis cambios de humor.

Desde la cena de gala organizada por la familia real del principado me había sentido demasiado incomoda, no tenía ni quince minutos en el lugar y me sentía engentada y con poca batería social. Cuando llegamos al club me sentía aún peor, pero tanto Daniela como Brad habían insistido en que la noche podía mejorar, y gracias al cielo así fue.

La música que sonaba a través de los altavoces del club me parecía demasiado apática, la cual no me levantaba el animo o me inspiraba a bailar. Todo cambio cuando I Love It, una de mis canciones favoritas, empezó a sonar. Daniela me jaló rumbo a la pista de baile de inmediato y pronto tratamos de acoplarnos al ambiente. 

Hasta el momento solo me había tomado dos mojitos, los suficientes como para sentirme achispada, mientras que Dani no había tomado nada.

La verdad es que bailar con este vestido y en tacones era algo difícil, en cambio pasé más rato gritando las letras de la canción.

Pronto la canción terminó, pero decidí quedarme en la pista otro rato. La música estaba volviéndose más bailable, así que aproveché para mover mi cuerpo sutilmente. No era una máster bailando, pero sabía apreciar las buenas canciones.

De pronto sentí una mirada pegada a mí, voltee a la izquierda brevemente y encontré a Max con sus ojos pegados en mí. Sentí mis mejillas calentarse y algo encenderse en mi estómago.

Volví a dirigir mi mirada un par de veces en su dirección, tratando de dejar un mensaje implícito. Será mejor que se acerque de una buena vez.

Otra canción empieza a sonar y cuando menos me lo esperaba siento unas manos posándose en mis hombros. Brinco algo sorprendida más sin embargo reconozco el toque de inmediato. Era Max.

Me relajo de inmediato y dejo que sus manos se paseen por la parte descubierta de mi torso. Pego mi espalda a su pecho lo más posible y empiezo a bailar mientras tomo sus manos.

Su toque quemaba en todo mi cuerpo, causando que mi piel se pusiera de gallina.

De la nada siento sus manos girando mi cuerpo hasta que quedamos cara a cara. A pesar de la escasa luz podía ver su cara pintada de rojo y sus ojos demasiado achinados. Su camisa tenía desabrochada los primeros dos botones y podía oler el alcohol que probablemente habían ingerido en la noche.

Dios, se veía guapísimo.

Siento como un mechón de cabello interfiere en mi vista al taparme un ojo, pero pronto una de las manos de Max lo coloca detrás de mi oreja para después llevar esa mano detrás de mi cuello.

Segundos después jaló mi cara hasta la suya, y finalmente nos besamos.

No sé que carajos está pasando por su cabeza, pero al menos la mía está dejando de comportarse como debería.

Daylight | Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora