mis ojos lloran por ti

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Nos subimos todos al auto de Bill y en menos de lo que esperábamos ya estábamos en aquel bar , yo me baje en seguida de el carro de Bill, tan pronto como puse un pie fuera Miles de flash de camaras aparecerían todos y cada uno de ellos esperando a que el gran Tom saliera del auto.

-Lu, vamos no quieres que tu cara salga en todos los periódicos de Alemania - Tom me sostuvo de la cintura, cosa que realmente no me desagradaba pero eso no era el trato, ese maldito trato que en ningún momento salió de mi mente.

Mientras entrabamos iban apareciendo más y más personas, unas estaban bailando, otras solo tomaban, y otras estaban asiendo cosas que según yo eran ilegales en este tipo de lugares.

Cómo pude me senté en un banco que estaba en la barra, a lo lejos veía a Bill bailar encima de la mesa, Georg y Gustav estaban con el aplaudiendo y riendo de todas las payasadas que hacía.

No veía a Tom por ningún lado, quizás estaba en el baño o por hay dando uno que otro autógrafo, un joven muy atractivo de cabello castaño y ojos verdes se me acerco.

-Hola, te puedo ofrecer algo de beber- dijo mientras ponía ambas manos en su rostro que se estaba inclinando hacia mi.

-Si, dale espacio ¿Se puede?- Tom salió sabrá Dios de dónde empujándolo hacia atrás, su mandíbula estaba tan apretada que  en cualquier momento le daría un ataque al corazón.

-Hey, tranquilo amigo, viene sola y solo le estoy ofreciendo algo de beber-

-¿Amigo?, Tu y yo no somos amigos y nunca lo seremos y no ella no viene sola, así que lárgate y dile a tu compañero que venga el a atendernos.

El joven castaño salió en unos segundos, supongo que fue por qué vio a Tom de esa manera.

-Mierda Tom,¿no hay día que no quieras golpear a alguien?, No sé por qué haces eso realmente no piensas que se lo puede decir a alguien.

Tom solo miro hacia abajo, dejándolo con una cara que realmente daba ternura y transmitía amor.

-lo siento Lu, no me pude controlar eso es lo que causas en mi.

[•••]

Pasaron varias horas y ya estábamos los cuatro sentados en una sola mesa, Bill estaba platicando con unas chicas que encontro en el lugar, mientras Gustav y Georg ya estaban perdidamente ebrios.

-¿Estás bien Tom?, Dije cuando vi que Tom estaba viendo un punto fijo en algún lugar de hay.

-ahora regreso- se levantó de el sillon y camino sin rumbo con la mirada más perdida que podía aver tenido en ese momento.

Gustav y Georg parecían aver revivido por fin, pero solo fue por qué pusieron una canción que según ellos era la que los prendía y podían hacer de todo.

-Lu, vamos a bailar no seas aguafiestas -
Georg me levanto del sillón y me llevo con ellos hacia la pista que estaba repleta de gente, en especial de chicos guapos que parecían bajados del mismo cielo.

Nos pasamos varios minutos bailando tanto que mis pies me estaban pidiendo a gritos que parará, pero era más la satisfacción que causaba en mi bailar con ellos, realmente eran buenos un poco raros pero bailaban muy bien.

Mi corazón dejo de latir en el momento que ví como Tom y Bill discutían de una manera muy diferente a las demás, ambos se voltiaron a verme y Bill empezó a. Caminar hacia mi.

-Vamonos Lu- me abrazo, mientras le hablaba a Gustav y Georg que lo siguieron sin ningúna oposición.

-¿Que pasa Bill?, ¿Y Tom?, ¿Por qué lo dejamos?-

Bill no dijo nada, solo camino y camino hasta llegar al auto, abriendo la puerta del copiloto, subí los otros dos chicos ya están adentro apunto de dormirse.

-Lu, por hoy vas a dormir en mi casa- su voz era tan seria que más que pregunta parecía orden.

Todo el camino nadie hablo y mi mente estaba formulando una y mil preguntas, ni una de ellas salía de mi boca, simplemente no podía formular ni una palabra.

Llegamos a la casa de Bill los chicos se bajaron como pudieron y en seguida cayeron como costal en los sillones que al parecer conocían ya de memoria.

Bill me mostró toda la casa y me dijo cuál era mi habitación por esa noche.

-hasta mañana Lu, descansar-

-Bill, ¿Que paso?, ¿Por qué Tom se quedó allá?-
Dije mientras intentaba mantener la calma y no explotar en ese momento.

-Lu, el me lo pidió me dijo que te trajera para acá, el ya no quiere hablar más contigo-

Las palabras de Bill me cayeron como una cubeta de agua helada, no podía creerlo, no podía procesar el “ya no quiere hablar contigo ”.

-Bill...-

-intenta descansar Lu, mañana hablamos de esto pero por favor Luisa no le rueges no lo busques, creme que lo esto te lo digo por ti, por qué te quiero como una hermana mas-

Bill solo camino hacia su habitación dejándome adentro de la mía, cerre la puerta con seguro mi corazón se rompía pedazo por pedazo, mis lágrimas caían sin control alguno, no podía creer lo que Tom le había pedido a Bill, ¿Por qué?, ¿Quizás era una broma?, Mis emociones estaban al máximo sentía enojo, rabia, tristeza, frustración, miedo quizás hasta hasta sentía repulsión por Tom pero en ningún momento mi maldito corazón lo dejaba de querer ni siquiera lo estaba intentando.

[•••]

En la mañana me levanté muy temprano, salí corriendo cuando escuché como un auto se estacionaba enfrente a la casa, mis esperanzas de que todo esto era una broma no morían.

Por desgracia no era Tom, era su manager de los chicos quien traía noticias malas para mí.

-Buenos días Luisa, toma esto es tu liquidación estás temporalmente despedida y una tarjeta, en ella tienes saldo ilimitado, Tom me pidió que te la diera, junto con esta carta que por cierto el la escribió para ti, debe ser muy importante Tom casi  nunca escribe -

-¿Que?, Maximiliano tú no me puedes despedir, ¿Por qué?, No hize nada malo-

-si Lu tú trabajo es realmente bueno, pero ya no podemos darte trabajo, no al menos en este año -

-Tom,¿El te pidió esto?

-si Luisa, el me lo pidió -

Sus malditas palabras no me dejaron duda, Tom me había usado, me había ilusionado como una chica cualquiera.

-Ten, dile a Tom que se puede joder, que su maldito dinero de porquería se lo puede meter por dónde más le quepa-

Salí dejándolo a él y a Bill dentro de la casa camine hacia mi casa una que otra lágrima salian de mis ojos, hasta ya no aguantar más.

-Lu, ¿Que haces acá?, ¿Por qué lloras?-sandra estaba adentro sin previo aviso la abrase, ella respondió el  abrazo de igual manera y no soporte más, me derrumbe todo se estaba llendo al carajo, mi vida, mi trabajo, Tom y mi corazón.

Entre Sombras Y Suspiros (Tom Kaulitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora