Entre Sombras Y Suspiros (Tom Kaulitz)

¿cómo podemos ser felices?

Sandra y yo pedimos espagueti con un poco de especialidades que tenía el restaurante, era un día muy especial para mí y ella más que nadie lo sabía.

-Lu, ve quien está aquí, es el Lu, es Tom -
Las palabras de Sandra me hicieron temblar con el solo hecho de escuchar el nombre de Tom mi vida se detiene .

-carajo Sandra, no digas ese nombre no ahorita-

-Lu, te juro que está aquí, está mirando hacia acá, el te está viendo-

Maldita sea la hora en que decidí venir para acá, por qué Dios mándame un rayo que me parta en mil, te lo pido.

-sus platillos están listos- la voz de el mesero me saco de mis pensamientos dónde rogaba que pasará de todo para desaparecer.

Ya habían pasado unos treinta minutos desde que llegó Tom y podía sentir su mirada en mi, me seguía causando nervios y ese revoltijo en mi estómago no desaparecía.

-Hey Luisa nos volvemos a encontrar, parece que nuestro destino es  comer juntos desde hoy- la voz de Alex me sorprendió era la última persona que me imaginaba encontrar aquí.

-Hola, ¿Que haces aquí?-

-normalmente vengo a comer aquí, ¿puedo sentarme con ustedes?-

-claro, toma asiento, te presento a Sandra mi amiga-

Alex pidió su comida y en seguida se la trajeron pareciera que era un cliente especial o algo por el estilo, los tres platicamos durante toda la comida, la llegada de Alex me hizo olvidar por completo la presencia de Tom .

-Bueno, los dejo tengo que ir a trabajar-

-Claro nos vemos luego Sandra, un gusto conocerte-

-el gusto es mío, cuida bien a Lu te la encargo mucho -

-la cuídate tanto como puedas, tenlo por seguro-

Ambos se despidieron y Sandra salió del restaurante dejándome sola con Alex, su presencia no me incomodaba pero después de que ella se fuera pude sentir nuevamente la tensión con la mirada de Tom que aún seguía en el lugar con su hermosa acompañante.

Pasamos hablando mucho, el me contó todo de la banda y me felicitó por mi gran actuación, mi mirada no salía de sus ojos que eran como dos mares Unidos.

-me permites, necesito ir al tocador-

-claro, pediré la cuenta por lo mientras -

Dijo mientras se levantaba de su asiento para arrimar la silla donde yo estaba sentada, el era todo un caballero incluso iba a pagar la comida.

Mientras salía del sanitario una mano me tomo muy fuerte de la cintura, me sorprendió y en cuestión de segundo unos labios conocidos tomaron los míos.

-¿Que te pasa?-
Empuje tan fuerte como pude tratando de separar cualquier parte de su cuerpo al mío.

-Luisa, ¿quien mierda es ese tipo?, ¿Por qué estás aquí con el sola?, ¿No te pudiste ir con Sandra?-

Tom hablo mientras me ponía contra la pared que estába junto al baño donde nadie podía ver nada ni saber ni siquiera que estábamos hay.

-Eso no te incumbe, pero te lo voy a decir, ese tipo como tú le llamas es Alex el guitarrista de Brillo la banda en la que tú me metiste....-

Mi mente me estaba traicionado yo realmente no era así y nunca pensé serlo.

-Tom gracias por darme lo que siempre anhele pero recuerda que tú estás con ella, que ella merece respeto tu me dijiste que todo lo hacías por mi, así que no vuelvas a hacer eso, no cuando esté ella-

Sus brazos bajaron lentamente junto con su cabeza y sus ojos en su mirada notaba la tristeza que lo invadía pero nada de lo que yo pudiera hacer cambiaría la decisión que el abia tomado.

-tom se que te vas a casar y espero que seas feliz, pero déjame ser a mi igual feliz, tu ya encontraste tu felicidad, ahora déjame buscar la mía, no será completa por qué tú no estás pero al menos lo intentaré, te prometí que te esperaría y eso haré-

Camine tan lejos de el como pude, por suerte Alex ya me estaba esperando con una gran sonrisa en su rostro el claramente había visto algo de lo que pasó, todo el camino hablamos de la banda y las canciones que tocaría es su próximo concierto en el cuál yo ya estaría.

-Gracias por traerme, nos vemos mañana-
Baje del auto que estaba estacionado enfrente de mi apartamento con ambas ventanillas abiertas

-de nada Lu, ¿Te puedo llamar así cierto?-

-claro no hay ningún problema-

Sonrió con ternura cosa que me hizo reír de oreja a oreja, el realmente era tierno no tanto como Tom pero al menos un cincuenta por cierto si.

-te vez aún más linda cuando ríes, nos vemos mañana en el edificio-

Camine en dirección a mi departamento, justo cuando la campana del elevador sonó unos brazos fuertes me tomaron por la espalda, eran familiarmente conocidos

-¿Por qué te trajo a casa?, ¿Acaso son novios?-
Era Tom que estaba más rojo que un jitomate, no sé cómo diablos supo que iba a estar acá y justo ahora.

-mierda Tom suéltame, por favor vete nadie puede saber que estás aca-

-no bonita, recuerdas que te dije que siempre serás mía, tú prometiste esperarme y ahora ve estás con ese bastardo bueno para nada de Alex Güiner, es una porquería, el sabe que tú y yo somos algo y de todas las maneras posibles me quiere copiar-

Dios, ahora como vería a Alex a los ojos el sabe todo lo de Tom.

-pero sabes que, no voy a dejar que tú también seas de el, no lo permitiré no tu-

Hablo mientras me acorralaba en el elevador que estaba subiendo en dirrección a mi departamento, llegando al piso me tomo por la cintura y me cargo de ambas piernas, no dije nada ya que mi mente estaba anhelando que lo hiciera quería sentir nuevamente su cuerpo rozando el mío.

Llegando a mi puerta el tomo las llaves que ya estában en mis manos solto un suspiro al oler el incienso que ponía yo cada mañana sin falta.

-extrañaba ese oler, pero ¿sabes que más extraño?-

Negue con la cabeza y eso hizo que Tom se sentará en el sofá enorme que tenía en la sala, subiendome en su regazo, mis piernas están puestas una en cada lado de las suyas, no aguante más, no aguantamos más y el junto nuestros labios.

Tom aún tenía el control en mi, aún me hacía sentir todas y cada una de las mariposas que sentí al conocerlo.....